Rafael Ernesto Mamanché, “el guardián de un paraíso verde”

“La sabiduría instaurada por sus ancestros, sumada al respeto y al amor por la naturaleza ha hecho de Rafael Ernesto Mamanché el Guardián y protector del paraíso verde que alberga la  sagrada tierra de Sesquilé”.

Rafael Ernesto Mamanché.

A  tan solo 45 Km de la modernidad capitalina se encuentra Sesquilé, municipio poseedor de cultura y tradición rodeado de majestuosas montañas y grandes extensiones de verde excepcional que atesora el linaje Mhuysqa el cual busca la protección y preservación del medio ambiente siendo este uno de sus tesoros más preciados, su representante, Rafael Ernesto Mamanché sucesor de Carlos Mamanché y actual Gobernador de esta comunidad es fiel defensor de cada una de las tradiciones de una cultura que corre en su sangre Mhuysqa la cual renació entre las cenizas luego de su desaparición en 1600.

Conviene subrayar que Mamanché mediante su gestión no solo busca mantener vivo el resurgimiento de su comunidad y la protección a su amada tierra sino la transmisión del amor además del reencuentro del hombre y su conexión con la tierra de esta manera afirma: “Al nacer nuestro primer territorio es el cuerpo conforme como nosotros, la cabeza es como las montañas, la sangre son los riachuelos, los pulmones son las plantas y el corazón es el fuego”. Este pensamiento emerge en antiquísimas tradiciones Mhuysqa resurgidas en la contemporaneidad a los pies del nuevo asentamiento indígena Mhuysqa a pocos minutos del Municipio de la sagrada tierra.

Sin embargo, para el debido cumplimiento de cada uno de los propósitos del Gobernador de esta comunidad, es indispensable de un arduo trabajo que inicia diariamente desde su jornada laboral, apoyado por su hijo, en la reserva “Casa Madre”. De esta manera inician a dúo labores de limpieza, poda y siembra de plantas nativas para la conservación de este paraíso verde con el objetivo de recibir a sus visitantes y tener la dicha de enseñar la importancia del Ecosistema para la humanidad.

Al mismo tiempo el trabajo con su comunidad: “Hijos del maíz”, y el apoyo de la CAR, que se ha convertido en un padrino imprescindible, haciendo su contribución de vital importancia para el desarrollo de diversos proyectos que buscan implementar estrategias que aporten a la conservación de esta cultura y sus enseñanzas de protección al medio ambiente.

De esta manera la comunidad expresa: “Gracias al interés de la Corporación Autónoma Regional (CAR), hemos logrado realizar cuatro proyectos que han sido vitales para fortalecer nuestra común unidad y restaurar este lugar, como la contracción de la Casa de Mujer, la construcción del cuarto de elaboración de cerámica, la Casa del Pensamiento que cuenta con un mural donde está escrita nuestra historia Mhuysqa y la casa madre”.

Como resultado de un incansable esfuerzo por la conservación de tradiciones originadas en el verde de la montaña se puede afirmar que a pesar de la constante evolución que vive el mundo en la actualidad, en este paraíso aún prevalece el amor a la tierra y la persistencia en la conservación de una importante reserva cultural y ambiental gracias a la lucha del Guardián de este paraíso verde.

“Gracias al interés de la CAR, hemos logrado realizar cuatro proyectos que han sido vitales para fortalecer nuestra común unidad y restaurar este lugar”.