La Reforma Pensional debe ir de la mano con la Reforma Laboral
La reforma pensional en Colombia, actualmente en proceso de revisiĂłn por el Congreso, ha generado amplias discusiones debido a las incertidumbres sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones a largo plazo.
El Senado de la RepĂşblica ha manifestado ciertas dudas con respecto a la sostenibilidad fiscal de la propuesta de reforma pensional propuesta por el gobierno del actual presidente Gustavo Petro
El ComitĂ© AutĂłnomo de Regla Fiscal (Carf) mediante un informe, revelĂł que el planteamiento que se ha hecho de esta reforma es peligroso, ya que se observa una proyecciĂłn del pasivo pensional del 146,8 % del PIB para el año 2100, lo que implicarĂa un endeudamiento insostenible del sistema.
Ahora bien, al cuestionar si esta reforma solucionarĂa las problemáticas de mantenimiento de la pirámide pensional y viabilidad del sistema, se puede afirmar que no lo hace del todo, ya que, a largo plazo, los problemas de desfinanciaciĂłn seguirĂan vigentes debido a que la verdadera problemática es la informalidad laboral y la falta de contrataciĂłn de mano de obra joven.
De esta forma, como afirma el director ejecutivo de Fedesarrollo, Luis Fernando MejĂa, las preocupaciones en el entorno fiscal de la reforma son grandes, ya que las cifras estimadas representarĂan un impacto del 65 % del PIB.
Estas inconsistencias en varios ámbitos de la reforma derivan en que esta propuesta está creada desde un enfoque de cobertura, siendo la justificaciĂłn del Gobierno la poca o nula participaciĂłn de la poblaciĂłn rural en el sistema pensional, punto que es válido y representa una preocupaciĂłn creciente, ya que en su gran mayorĂa los trabajadores del campo viven su vejez sin pensiĂłn.
Sin embargo, más allá del hecho de que el sistema no cobija a toda la poblaciĂłn, el problema es que el sistema luego de la reforma debe ser ante todo autosostenible, caracterĂstica que no se tienen en cuenta en la propuesta actual porque esta prioriza la cobertura por encima de la viabilidad fiscal.
Es por este enfoque en la cobertura que el gobierno incluyĂł en el borrador un aumento en la edad de pensiĂłn, de 57 a 60 en mujeres y 62 a 65 en hombres, cuestiĂłn que ha levantado crĂticas, porque en un paĂs como Colombia, en el que las cargas laborales son grandes, 3 años más para alcanzar la jubilaciĂłn es considerado una desproporciĂłn.
Ahora bien, aunque desde el Gobierno Nacional se asegura que los cambios no buscan ir en contra de los trabajadores, es claro que los trabajadores serĂan los más afectados, porque en vez de captar más contribuciones fomentando la formalizaciĂłn laboral, se busca que los ya afiliados se mantengan más tiempo en el sistema, lo cual es excesivo.
La importancia de que se fortalezca primero el sistema laboral antes de pensar en una reforma pensional radica en que, el sistema laboral que aboga por la formalidad permite un flujo constante de contribuciones que se dirigen al sistema pensional y lo robustecen.
Por lo tanto, si los empleos tienden a la estabilidad de los trabajadores, sumado a una buena remuneraciĂłn, las cotizaciones garantizarĂan una protecciĂłn más amplia, ya que los fondos serĂan suficientes para subsidiar a aquellos que se encuentran en pobreza y vulnerabilidad.
Un sistema laboral dinámico que además es diverso, implica captaciĂłn de poblaciones con ingresos altos que compensarĂan los vacĂos dejados por las poblaciones vulnerables, pero esto solo es posible si se desarrollan polĂticas que fomentan la contrataciĂłn de profesionales calificados con sueldos justos.
No solo basta con captar recursos en la actualidad, porque a diferencia de otros sistemas, el pensional es uno que tiene un componente de impacto futuro, por lo cual el acceso a trabajos dignos, con horarios razonables, implican no solo el pago de las pensiones actuales, sino las de 2 o 3 generaciones posteriores a la actual.
También, es necesario velar por la estabilidad y empleabilidad de la fuerza laboral joven, que esencialmente son la fuente vital de contribuciones al sistema pensional. Ya que al ingresar al mercado laboral y comenzar a contribuir, ayudan a financiar las pensiones actuales, puesto que el sistema opera bajo un modelo de reparto.
La estabilidad y sostenibilidad del sistema pensional dependen intrĂnsecamente de la fortaleza del sistema laboral. La formalizaciĂłn del empleo, la inclusiĂłn de los jĂłvenes en el mercado laboral, la mejora de las condiciones de trabajo, y la adaptaciĂłn a los cambios econĂłmicos y demográficos son pilares fundamentales para asegurar un flujo constante y equitativo de contribuciones al sistema pensional.
Solo a travĂ©s de un enfoque holĂstico que aborde tanto las necesidades actuales como futuras de la fuerza laboral, se puede garantizar un sistema pensional resiliente capaz de proveer seguridad y bienestar a las generaciones venideras. La inversiĂłn en polĂticas que promuevan un mercado laboral dinámico, inclusivo y formal no solo beneficia a los trabajadores de hoy, sino que sienta las bases para un sistema pensional equitativo y sostenible, asegurando asĂ un futuro más prometedor para todos.
La estabilidad y sostenibilidad del sistema pensional dependen intrĂnsecamente de la fortaleza del sistema laboral.