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A causa de un proyecto de minería a cielo abierto en el que está trabajando la empresa Gravas y Arenas Filauri S. A., en el municipio de Tabio, en la vereda Río Frío Occidental, varios vecinos del sector están inconformes porque aseguran que este atentaría contra fuentes hídricas de la zona y no le aportan nada al municipio.

Según Patricia de Debout, veedora de Tabio desde hace varios años, el suelo del municipio ha sido explotado por actividades mineras, y este caso no va a ser la excepción. Lo que más les preocupa es que las actividades se llevarán a cabo en un sector por donde pasan importantes fuentes hídricas.

Asegura que este proyecto es de un empresario a quien ya le suspendieron el título minero en 2016. A de Debout le inquieta que la CAR termine dándole licencia “a un señor que ya tiene un antecedente de haber dejado un pasivo ambiental en Tabio y de haber hecho las cosas mal”.

También dice que actualmente hay una empresa llamada Triturados de Los Andes que aún sigue operando y que es de las mismas personas que quieren volver a explotar, según afirma, cerca de 40 fanegadas. “Actualmente, cuando trituran la gravilla, los lodos de las arcillas residuales quedan en los pozos de aguas cercanos. Llevan dos años vertiéndolos”, indicó.

Javier Ortiz de la Prada, líder comunal y habitante de Río Frío Occidental, dijo que este proyecto no ha sido socializado con la comunidad debidamente, puesto que los accionistas hace un año están trabajando en él y solo hace ocho días hicieron una reunión a puerta cerrada en un predio privado y no los invitaron a todos.

“Nos preocupa el manejo de la compensación y cómo es que ellos van a resarcir ese daño ecológico que van a generar en el municipio, basado en que los dueños son los mismos que causaron daños antes, pero ahora le pusieron otro nombre a la empresa”, dijo Ortiz.

Y agregó que no se ven beneficiados con estas actividades, ni con trabajo ni en trato preferencial en cuanto a tarifas del material, y que las vías de la vereda no tienen la capacidad para resistir el paso de los vehículos que van a cargar ese material.

Por su parte, el concejal de Tabio Gustavo Garzón le dijo a este diario que nadie está en contra del desarrollo del municipio, ni de la propiedad privada, ni del empresariado.

“La minería no ha aportado desarrollo a nuestro municipio, pero sí afectaciones. Queremos otro tipo de desarrollo, la minería no nos ha entregado recursos y es contraria a la vocación de nuestro municipio”, aseguró.

Liz Monroy, personera municipal, dice que ni la autoridad ambiental ni la minera han estado pendientes de las afectaciones que ha tenido el territorio con las actividades mineras; hace un llamado a prestarles más atención a las diferentes situaciones que hay en el lugar y escuchar a las comunidades.

La alcaldía municipal de Tabio informó que hasta el momento no ha sido notificada oficialmente por el Ministerio de Ambiente o de la CAR de un nuevo proyecto de minería a cielo abierto, pero que, en caso de que se llegue a aprobar la licencia por parte de las autoridades competentes, la entidad velará por las garantías de los derechos de la población.

La defensa

De acuerdo con Javier Páez, gerente encargado de Triturados de Los Andes, el sector ha sido minero por tradición desde hace más de 50 años y la empresa no está haciendo nada ilegal y no están explotando nada, pero la zona sí es compatible con minería.

“Nosotros apenas estamos solicitando la licencia ambiental. Si se llegase a hacer una explotación minera, no se van a usar los recursos hídricos porque eso no se hace ni en el río ni en la quebrada porque hay una norma muy clara”, explicó Páez.

Y agregó que este tema se convirtió en una “persecución” de personas que siempre han estado en contra de la minería. “Han llegado a decir que yo o los trabajadores hemos botado animales a las fuentes hídricas, eso es absurdo y también lo hemos denunciado”.

Además, Páez indicó que son cerca de ocho hectáreas en las que van a trabajar y que aunque no van a emplear más personas con este nuevo proyecto y seguirán trabajando con el mismo personal con el que cuentan actualmente, ellos le dan prioridad a la gente que habita en Tabio. “Son cerca de 70 familias las que viven de este trabajo”.

Por ahora, este sería un pleito que ninguna de las partes tiene ganado porque aunque ya hay un título minero, no hay una licencia ambiental para poder empezar a llevar a cabo labores. La decisión estaría en manos de la CAR Cundinamarca.

 

Foto portada: Envato Elements

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