By Redacción
La pandemia COVID-19 ha afectado la vida de millones de personas en todo el planeta. Es una realidad que ha arrasado con nuestros objetivos, dinámicas familiares, roles laborales y nuestra estabilidad económica y por último y posiblemente más importante, las graves consecuencias para la salud. En este sentido, constituye una crisis global sin precedentes que ha ejercido un gran impacto.
No todo el mundo ha sobrellevado bien las vacunas: desde la vacunación, algunas personas sufren diversos síntomas, algunos de ellos graves, que les impiden llevar una vida normal. En Alemania por ejemplo, algunos quieren demandar al fabricante de vacunas BioNTech por los daños que han sufrido, también conocidos como síndrome post-vac.
El síndrome posvacunal va más allá de los efectos normales después de una vacuna: dolor de cabeza, muscular o escalofrío. Al igual que el covid prolongado, el síndrome post-vac hace referencia a un conglomerado de síntomas y cuadros clínicos que se asemejan en muchos puntos a los del covid largo: síndrome de fatiga crónica, migraña, dolor muscular o enfermedades cardiovasculares. Según Harald Prüß, de la Charité de Berlín y de la sede berlinesa del Centro Alemán de Enfermedades Neurodegenerativas (DZNE), estos síntomas aparecen justo después de recibir la vacuna anticovid.
Muchas de las inquietudes que tienen las personas, giran entorno a los posibles síntomas que puedan llegan a presentar en algún momento determinado, siendo así:
¿Cuántas personas padecen este síndrome?
La autoridad federal responsable de vacunas y medicamentos en Alemania, ha recibido reportes de casi 51.000 casos sospechosos de efectos secundarios graves tras la vacunación contra el coronavirus hasta el 31 de octubre de 2022.
¿Cómo diagnostican los médicos el síndrome post-vac?
Investigadores descubrieron un anticuerpo específico en la sangre de personas que desarrollaron inflamación del músculo cardiaco tras la vacunación. La miocarditis se considera un posible y raro efecto secundario tras la vacunación con Corminaty, la vacuna de BioNTech/Pfizer.
También se ha identificado una vacuna como culpable de la mayor incidencia de trombosis venosa sinusal: la vacuna vectorial de Astrazeca.
Solo en Alemania se aplicaron 192 millones de dosis, nunca antes tantas personas habían recibido una o más vacunas contra el mismo mal en tan poco tiempo.
