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Conozca algunas de las leyendas más populares de Cundinamarca

Cundinamarca es un departamento muy diverso en sus ecosistemas, sus climas, sus culturas y sus tradiciones, por eso, aprovechando que ya se acerca Halloween, vamos a contarles un poco sobre las leyendas que podemos encontrar en el departamento.

Primeramente, mencionar que una leyenda no es lo mismo que un mito. Un mito es una historia fabulosa que se transmite por la tradición oral y narra la historia de grandes personajes sobrenaturales, además de expresar ideas ancestrales de un pueblo o cultura y su manera de entender el mundo. Por su parte, una leyenda es una narración que mezcla hechos reales con fantasía, y tiene como función dejar una enseñanza moral y educativa.

Entendiendo las diferencias entre un mito y una leyenda vamos con los relatos que forman parte del folclor cundinamarqués.

 

El cura sin cabeza

Esta leyenda es muy popular en los municipios con una gran presencia del pasado colonial, como lo es Fusagasugá (Provincia del Sumapaz).

En este municipio cundinamarqués se relata que el cura fue maldecido por los indígenas debido a que este era un hombre avaro, el cual era aficionada a desenterrar las huacas y tesoros de los nativos.

Este espectro se les aparece generalmente a los pecadores que trasnochan, se dice, que las personas ven una antigua capilla la cual los atrae debido al peso de sus pecados, al entrar se observa a un sacerdotal dar la misa de espaldas y en latín; las personas, debido a sus pecados, lo escuchan atentamente, pero, al momento de dar la bendición final, el sacerdote se gira, revelando que no posee cabeza, algo que deja en estado de shock a los asistentes/pecadores.

Muchas de las personas que tienen un encuentro con el Cura sin cabeza pierden la razón y quedan en un estado catatónico durante semanas, incluso se rumora que algunos han llegado a fallecer.

 

El puente del común y su relación con el diablo

Desde finales del siglo XVIII se relata que la construcción de este puente, ubicado en Chía (Provincia de Sabana Centro), se logró gracias a la intervención del diablo.

La historia cuenta que había un afamado maestro llamado Florentino, el cual obtuvo el contrato de construcción del puente por parte del virrey José de Ezpeleta. No obstante, Florentino no tenía dinero para financiar el proyecto, pues el adelanto que había recibido por parte del gobierno lo había perdido en juegos y apuestas, además, los prestamistas no confiaban en él. Debido a esta situación, Florentino no vio más opción que hacer un trato con el diablo, trato donde el hombre debía entregar su alma a cambio de que el diablo construyera el puente en una noche.

Sin embargo, el trato incluía una cláusula que decía: “si el diablo no entregaba el puente terminado esa noche, antes de que cantase el gallo, perdería por ese solo evento el derecho a su alma”.

Esa misma noche, Satanás invoco a todos sus sirvientes del infierno y los puso a construir el puente, y al ver la rapidez de la construcción, Florentino, asustado y arrepentido, fue a buscar a un sacerdote. Faltando poco para terminar, Florentino le dijo al cura que lo perdonara por tan grave pecado, además de bendecir el puente, algo que el sacerdote hizo.

Cuando amaneció y el gallo cantó, al diablo solo le faltaba poner una piedra y felizmente cantaba lo siguiente:

“De la uva de la parra. De la canaleta el río. Que les vengo yo a avisar que ya Florentino es mío”.

Sin embargo, en ese momento el sacerdote bendijo el puente, haciendo que Satanás y sus sirvientes cayeran de cabeza en el río. Enfurecido, Satanás lanzó una violenta patada contra el puente para tratar de destruirlo, pero no lo conseguiría, pues las bendiciones del cura se lo impidieron.

Como recuerdo de lo sucedido, en una de las piedras quedó marcada la pata del diablo, marca que sirve para recordar lo sucedido.

 

La Muelona

La Muelona, también llamada la Colmillona, es el espectro de una mujer de cabello largo y ojos grandes, pero sobre todo, con una enorme dentadura.

Originalmente, era una adivina o bruja que se dedicaba a adivinar el futuro, liberar mujeres y castigar a hombres, la cual, en su lecho de muerte, juró vengarse de los hombres infieles, borrachos y viciosos.

Este espíritu suele vagar por caminos y senderos de Cundinamarca, especialmente en la tarde y con un aspecto seductor y atractivo, llamando la atención de los hombres, quienes al acercarse son sorprendidos y atacados por los enormes dientes de la mujer.

Dicen los campesinos y personas mayores que la única forma de salvarse de un encuentro con ella es teniendo en casa niños recién nacidos o mujeres embarazadas.

 

El Sombrerón

El Sombrerón es el espectro de un hombre que, en vida, recorrió varios pueblos sin rumbo fijo, siempre vestido de negro, con un gran sombrero del mismo color y montando un imponente caballo, el cual en la noche se confundía con la oscuridad.

Según cuentan los relatos, este espectro se le aparece a los trasnochadores, a los borrachos, a los ludópatas, a los tramposos y a los peleadores, a quienes persigue mientras grita: “Si te alcanzo, te lo pongo”.

En las noches de luna llena es fácil confundir al Sombrerón con ramas, arbustos o árboles, sin embargo, él está ahí, silencioso y en calma, esperando a otra víctima.

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Una leyenda es una narración que mezcla hechos reales con fantasía, y tiene como función dejar una enseñanza moral y educativa.

Foto portada y otras: imágenes de referencia.

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