Opinión

Casi no entra en vigencia ley antiácidos

Por: Joaquín Guzmán


 

 “Quienes en un momento pensaron que nadie se adolecía de sus problemas originando, articulando e impulsando esta Ley, se encontraban dos valerosas mujeres defensoras de la equidad y el género como son la ex Senadora Alexandra Moreno Piraquive y la ex Concejal de Bogotá Olga Victoria Rubio del Movimiento MIRA, que no escatimaron esfuerzos y buscaron los argumentos pertinentes para que esta conducta fuera castigada severamente, se lo propusieron y así quedó plasmado en la Ley 1639”.

 

Fue sancionada la ley que aplicará severas penas a quienes con ácidos o sustancias corrosivas afecten el rostro y la integridad de otras personas.

Esta medida legislativa modifica el Artículo 113 del Código Penal, relativo a los daños consistentes en deformidades físicas. A quien se le encuentre responsable enfrentará penas de prisión entre 72 y 126 meses y multas de 34 a 54 “Salarios Mínimos Legales Mensuales Vigentes”, pero si la deformidad afecta el rostro, la pena se aumentará desde una tercera parte hasta la mitad. También se regula el control y la venta de ácidos al menudeo a cargo del INVIMA

Todo delito ocasiona daño, pero esta conducta de arrojar ácidos al rostro y cuerpo de una persona, causa e impacta más; también produce terror solo oír que esto sucedió, no solo dejando la lesión en sí, resultando incapacitada la persona para laborar con una deformidad física, una perturbación funcional o síquica y hasta perdida anatómica o funcional de un órgano.

Según la Fundación del Quemado, en Colombia actualmente cursan más de 24 denuncias de mujeres quemadas con ácidos y tan solo un caso donde el agresor está en prisión y dos presuntos culpables están siendo procesados.

Muchas veces se piensa que solamente en Bogotá Medellín, Cali o las ciudades principales suceden estos casos. Sin embargo, casos conocidos en Mosquera, Chía, Soacha dan cuenta que la situación es del orden nacional.

Quienes en un momento pensaron que nadie se adolecía de sus problemas originando, articulando e impulsando esta Ley, se encontraban dos valerosas mujeres defensoras de la equidad y el género como son la ex Senadora Alexandra Moreno Piraquive y la ex Concejal de Bogotá Olga Victoria Rubio del Movimiento MIRA, que no escatimaron esfuerzos y buscaron los argumentos pertinentes para que esta conducta fuera castigada severamente, se lo propusieron y así quedó plasmado en la Ley 1639.

Existe un tratado a nivel internacional de una convención suscrita en la ciudad de Belén Do Para, Brasil, promulgado con el fin de prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, que acoge nuestra legislación y asimilaron muy bien las líderes de MIRA, señalando que la violencia contra la mujer constituye una violación de sus derechos, que la violencia contra ellas es una ofensa a la dignidad humana y que la eliminación de esa violencia es indispensable para su desarrollo individual y social y su plena e igualitaria participación en todas las esferas de la vida, dejando constancia de una frase, es que toda mujer tiene derecho a una vida libre de violencia tanto en el ámbito público como en el privado.

Por otra parte, la Ley quedó ya conocida como “Natalia Ponce”, una de las primeras víctimas de este delito con el que los colombianos despertaron debido a la forma alevosa y perversa como fue atacada, con lo que el Movimiento Mira se sensibilizó y encaminó su proyecto para que tuviera un castigo con penas privativas de la libertad como debía ser. Con la 1773, se incrementaron las penas y fue sancionada por el Presidente de la República este 6 de enero 2016.

El tema es que la Ley casi se queda en el papel. El Gobierno Nacional, en cabeza del Presidente Juan Manuel Santos, no la había querido reglamentar. Desde julio de 2013 estaba la Ley (discutida por más de 2 años para poderla sacar avante) y tenía 6 meses para realizarlo…se demoró 2 años en hacerlo, demostrando la falta de voluntad política y esperando que muchos más casos aumentaran el listado de mujeres agredidas por tan nefasta violencia.

Muchos de los Proyectos o Leyes promulgadas en pro de la comunidad han quedado así, en letra muerta, en el papel porque desde Casa de Nariño no se reglamentan y por esta razón nunca servirán para lo realizadas. Así es como se pierde, muchas veces, un trabajo juicioso dentro de las instancias de representación popular. Si el Presidente, Gobernador o Alcalde no reglamenta, lo propuesto será: LETRA MUERTA. 

Enhorabuena la Ley antiácidos…gracias a la Doctora Olga Victoria Rubio por su firmeza en la defensa de la Mujer y al MIRA por su labor incansable para alcanzar este triunfo para todas las mujeres de Colombia.

 
 
Extrategia Medios
Equipo de redacción de Extrategia Medios

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