En su informe anual de 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS), lanza una alerta crucial sobre el riesgo inminente que el cambio climático, con especial énfasis en eventos extremos y olas de calor, representa para la lucha mundial contra la malaria. La coincidencia con la COP28 en Dubai subraya la urgencia de actuar.

A pesar de los avances en prevención, la malaria experimenta un preocupante incremento de dos millones de casos en 2022, alcanzando una cifra alarmante de 249 millones. Este número supera los registros de 2016, pre-covid-19, planteando un desafío significativo en la atención global de la salud.

Mosquitos Resilientes: Impacto del Cambio Climático en la Malaria

El mosquito anofeles, portador de la malaria, ha modificado su comportamiento y aumentado su supervivencia debido al aumento de temperaturas, humedad y precipitaciones. La incidencia de la enfermedad se ve directamente influenciada por fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor e inundaciones, evidenciado en trágicas cifras de Pakistán en 2022.

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El informe subraya que, además del cambio climático, riesgos adicionales como acceso limitado a la atención médica, conflictos, emergencias, persistencia de efectos pandémicos, financiamiento insuficiente y desigual implementación de intervenciones, aumentan la amenaza a la lucha contra la malaria.

Llamado Urgente: Acciones Concertadas para Enfrentar la Malaria

La OMS enfatiza la necesidad imperativa de un esfuerzo concertado para abordar estas amenazas, fomentando la innovación, movilización de recursos y estrategias de colaboración. Se destaca la urgencia de redirigir significativamente los recursos, fortalecer el compromiso político y desarrollar productos más eficientes y asequibles en la lucha contra la malaria.

En medio de los desafíos, se resaltan avances positivos, como la implementación gradual de la primera vacuna contra la malaria en África, reduciendo un 13% las muertes infantiles. La reciente aprobación de una segunda vacuna promete un despliegue a gran escala en África, donde se concentra la mayoría de los casos.

En el continente americano, se informa que entre 2000 y 2022, los casos e incidencia de malaria disminuyeron significativamente. Venezuela, a pesar de aumentos previos, ha logrado reducciones notables atribuidas a la baja movilidad durante la pandemia. Por último, se destacan los logros de Argentina, Belice, El Salvador y Paraguay, certificados libres de malaria entre 2018 y 2023.

Colaboración Integral ante Desafíos Climáticos y de Salud Pública

La OMS concluye que la lucha contra la malaria exige un enfoque integral y colaborativo, especialmente frente a los desafíos climáticos y de salud pública. La comunidad internacional debe unir fuerzas para mitigar la amenaza y avanzar hacia un futuro libre de malaria.

Eventos extremos y olas de calor intensifican la incidencia de la malaria, superando los 249 millones de casos en 2022.

Foto portada: Mosquito se sienta en la piel, chupa sangre.

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