EducaciónNueva York (EEUU)

‘La docencia no es atractiva: Faltan maestros y sobra estrés’

Con base en el Día Mundial de los Docentes, que se celebró el 5 de octubre, la UNESCO ha revelado una preocupante estadística: en todo el mundo, se encuentran sin cubrir 44 millones de puestos de trabajo en escuelas primarias y secundarias. Este desafío no se limita a problemas de financiación, sino que también se debe a la falta de atractivo de la profesión, lo que ha generado lo que algunos llaman «una crisis vocacional», según la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay.

Aunque es alentador ver que desde 2016, la escasez de docentes ha disminuido en casi un tercio, aún no es suficiente para satisfacer las crecientes demandas educativas, especialmente si deseamos cumplir con los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Crisis vocacional y desafíos de financiamiento

Las regiones del mundo enfrentan diferentes niveles de desafío. Asia Meridional ha logrado reducir su déficit a la mitad desde 2016, con un estimado de 7.8 millones de docentes faltantes. Por otro lado, el África subsahariana apenas ha avanzado, contribuyendo con un tercio del déficit global. Incluso en regiones con tasas de natalidad bajas, como Europa y América del Norte, la escasez de profesores se sitúa entre las más apremiantes a nivel mundial, con 4.8 millones de docentes adicionales necesarios. América Latina y el Caribe también enfrentan un déficit de 3.2 millones.

Para comprender mejor esta escasez de docentes, la UNESCO llevó a cabo un análisis de la tasa de abandono en 79 países, revelando que la profesión docente a menudo carece de atractivo. Esto se traduce en dificultades para atraer a jóvenes hacia esta carrera y se refleja en el crecimiento de las tasas de abandono a lo largo de la trayectoria profesional.

Condiciones Laborales, Estrés y Salarios

En estos 79 países, la tasa de abandono de los maestros de primaria casi se duplicó entre 2015 y 2022, pasando del 4.62% al 9.06%. Las razones principales son las condiciones laborales precarias, niveles de estrés elevados y salarios bajos. Las condiciones laborales pueden verse afectadas por diversos problemas, como la falta de recursos, responsabilidades administrativas abrumadoras y mala gestión escolar. Los niveles de estrés también son un factor clave, ya que los docentes que experimentan altos niveles de estrés tienen más probabilidades de abandonar la profesión, especialmente durante los primeros años.

Los bajos salarios también contribuyen al problema. A nivel mundial, solo la mitad de los países paga a los docentes de primaria tanto o más que a otras profesiones similares en términos de calificación. Esta disparidad es aún más pronunciada en Europa y América del Norte, donde solo el 30% de los países lo hace. En la enseñanza secundaria superior, en muchos países de ingresos altos, los profesores ganan un 75% menos que sus colegas en ocupaciones comparables.

La tasa de abandono es más alta entre los hombres debido a sus mayores oportunidades en otros sectores y los prejuicios de género sobre quién debe asumir la responsabilidad de la educación infantil. Además, los docentes novatos son más propensos a abandonar la profesión que los más experimentados, lo que subraya la necesidad de un mayor apoyo para enfrentar la carga de trabajo.

Siete recomendaciones

Para abordar esta escasez crítica de docentes, la UNESCO ofrece siete recomendaciones que buscan hacer que la profesión docente sea más atractiva:

  1. Invertir en la formación inicial y el desarrollo profesional continuo de los docentes.
  2. Establecer programas de orientación y mentoría para unir a docentes experimentados con novatos y promover la colaboración entre colegas.
  3. Garantizar salarios y beneficios competitivos para los docentes, en comparación con otras ocupaciones de igual calificación, y ofrecer oportunidades de desarrollo profesional.
  4. Simplificar tareas administrativas y documentación para permitir a los docentes enfocarse más en la enseñanza y menos en la burocracia.
  5. Promover un equilibrio entre la vida laboral y personal al establecer expectativas realistas de horas de trabajo y reducir la carga laboral innecesaria.
  6. Facilitar el acceso a servicios de salud mental y asesoramiento para ayudar a los docentes a manejar el estrés y las dificultades emocionales.
  7. Fomentar un liderazgo escolar sólido y colaborativo que reconozca las contribuciones de los docentes, brinde retroalimentación constructiva y promueva un entorno de trabajo positivo.

Es importante tener en cuenta que ser profesor en zonas afectadas por conflictos o crisis humanitarias presenta desafíos aún mayores. La organización «Educación no puede esperar» ha ofrecido servicios de formación a más de 145,000 maestros que trabajan en estas circunstancias extremadamente difíciles.

Los docentes novatos son más propensos a abandonar la profesión que los más experimentados.

Foto portada: Imagen de referencia.

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