By Redacción
En el año 2022, Sabana Centro (conformada por: Cajicá, Cota, Chía, Cogua, Gachancipá, Nemocón, Sopó, Tabio, Tenjo, Tocancipá, Zipaquirá), se enfrentó a una dolorosa realidad que demanda nuestra atención colectiva: el incremento de casos de suicidio, particularmente entre la población masculina. Los informes del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INMLCF) exponen datos preocupantes que nos invitan a una profunda reflexión sobre las dinámicas sociales y emocionales que podrían estar contribuyendo a esta tendencia.
De acuerdo con el último informe del observatorio ‘Sabana Centro Cómo Vamos’, se registraron un total de 26 suicidios en la provincia, dando como resultado una tasa de 0,42 casos por cada 10.000 habitantes. Aunque esta cifra representó una disminución en comparación con el año anterior, donde se reportaron 33 casos con una tasa de 0,52, es fundamental centrar nuestra atención en un aspecto específico que ha experimentado un aumento significativo: la prevalencia de suicidios en hombres.
Los datos del INMLCF indican que, en 2022, el 88 % de los casos de suicidio correspondieron a hombres, marcando un incremento de 18 puntos porcentuales con respecto al año anterior. Esta estadística, aunque fría en su presentación, nos invita a considerar las presiones sociales, las expectativas culturales y los desafíos emocionales que pueden estar afectando de manera desproporcionada a los hombres en nuestra comunidad.
En este contexto, es importante fomentar un diálogo abierto y compasivo sobre la salud mental y el bienestar emocional. La identificación temprana de factores de riesgo, así como la creación de espacios seguros para compartir experiencias y buscar apoyo, se convierten en herramientas esenciales para abordar esta problemática de manera integral.
Reconozcamos la realidad de los suicidios en nuestra comunidad, especialmente entre los hombres, y trabajemos juntos para construir un entorno más comprensivo, solidario y orientado hacia la prevención de esta dolorosa pérdida de vidas.
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La memoria de aquellos que se han visto afectados nos exige un compromiso colectivo.
