En el calendario escolar, el mes de octubre trae consigo una pausa particularmente nombrada, no por su asociación con un evento histórico o cultural, sino por una decisión gubernamental que ha perdurado a lo largo de los años. La semana de receso escolar, popularmente llamada la semana de Uribe, fue instituida en el año 2007 por el Ministerio de Educación bajo el mandato del entonces presidente Álvaro Uribe, a través del Decreto
N.º 1373.
El propósito fundamental detrás de esta disposición es transformar esta semana en un período de desarrollo institucional dentro del ámbito educativo. Según detalló en aquel entonces la Viceministra de Educación Preescolar, Básica y Media, Juana Inés Díaz Tafur, durante este lapso los docentes tienen la oportunidad de capacitarse, evaluar el Proyecto Institucional, PEI, y planificar una variedad de actividades que enriquezcan el entorno educativo.
Es importante destacar que esta semana de receso no implica ninguna alteración en la duración del tiempo de clase que deben cumplir los centros educativos, ni afecta las siete semanas de vacaciones que se encuentran disponibles para los docentes y directivos. A pesar de la connotación asociada al nombre, su esencia se mantiene fiel al propósito de fortalecer el desarrollo educativo y la planificación estratégica en las instituciones escolares del país.
Fue instituida en el año 2007 por el Ministerio de Educación bajo el mandato del entonces presidente Álvaro Uribe, a través del Decreto
N.º 1373.