“Amigos, visitantes y lectores de este sector”, en las calles de Bogotá y sus municipios aledaños, una voz familiar que ha sido parte integral del paisaje sonoro urbano por años, es la de Miguel Rincón, conocido cariñosamente como el “rey del perifoneo” y “el pregonero del pueblo”, quien ha convertido el arte del anuncio callejero en una profesión y una pasión.

Desde pequeño, Miguel estuvo inmerso en el mundo de la publicidad a través de la influencia de su padre, quien introdujo las primeras grabadoras y reproductoras de cassettes en Colombia desde Venezuela, dando inicio a una nueva era en la promoción ambulante. Este cambio transformó el perifoneo de un ejercicio en vivo a una práctica más sofisticada y grabada, con Miguel y su familia a la vanguardia de esta evolución.

Hoy, desde su estudio en el barrio Galán, Miguel continúa esta tradición familiar, ofreciendo sus servicios por un precio que ronda los 40.000 pesos colombianos por anuncio.

Con rapidez, creatividad y sin algunos de sus dientes (porque teme perder la entonación), puede transformar una simple idea en un anuncio cautivador en apenas diez minutos. Su trabajo abarca una amplia gama de productos, desde aguacates y mazamorra paisa hasta ropa y restaurantes, cada uno anunciado con su inconfundible cantinela que comienza con un cordial saludo a “amigos, habitantes y visitantes de este sector”.

Pero no todo es positivo en el mundo del perifoneo. A pesar de su efectividad y su capacidad para captar la atención, Miguel reconoce que puede ser invasivo. En ciudades densamente pobladas como Bogotá, la omnipresencia de anuncios puede ser tanto una ventaja como una molestia. Aun así, Miguel se enorgullece de su trabajo y lo considera esencial, no solo para la economía local, sino también como un elemento cultural distintivo de la región.

A través de su voz, Miguel Rincón vende productos y promueve una forma única de comunicación en la ciudad, demostrando que incluso en la era digital, las tradiciones de la palabra hablada pueden seguir teniendo un impacto profundo en la comunidad.

Su trabajo abarca una amplia gama de productos, desde aguacates y mazamorra paisa hasta ropa y restaurantes, cada uno anunciado con su inconfundible cantinela que comienza con un cordial saludo a “amigos, habitantes y visitantes de este sector”.

Foto portada: Imagen de referencia para ilustrar la noticia. Autoría de Jorge Elías y publicado a través de Flickr.

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