Es costumbre que cada 1 de mayo en Colombia se presenten diferentes movilizaciones por parte de gremios de trabajadores, sindicatos laborales y algunos sectores que levantan su voz en conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores.  Si bien es una fecha que se ha metido en el imaginario colectivo del país, como una fecha que conmemora la lucha de la clase trabajadora en una sociedad desigual, este año generó una atención particular.

Gustavo Petro, presidente de Colombia, ha sido un protagonista de hechos y manifestaciones sociales a lo largo de su carrera política en el país; y, como fue evidente en el marco de la celebración del Primero de Mayo, esta vez no fue la excepción.

Sin lugar a duda, algunas de las manifestaciones del pasado miércoles se caracterizaron por una serie de arengas, cantos y gritos en pro de las últimas políticas adoptadas por el gobierno nacional, lo que contrasta con la marcha proveniente de la oposición que se levantó una semana antes rechazando las reformas presentadas por el gobierno en materias como salud, pensión y trabajo.

Ahora bien, aunque los seguidores del presidente Petro atendieron y aprovecharon el llamado de su líder para salir a las calles a manifestarse en el marco de esta celebración, cabría preguntarse qué tan oportunistas fueron las intenciones del sector progresista para adjudicarse las marchas y la cantidad de personas que participaron en la celebración de los trabajadores.

Es claro que ciertos sectores presentes en las pasadas movilizaciones comparten puntos de vista con el gobierno nacional, sin embargo, es importante mencionar que la intención inicial de la convocatoria a las marchas no era precisamente la de dar un espaldarazo a las políticas instauradas por el gobierno Petro, sino conmemorar una fecha que resuena en las ideas de la clase obrera del país.

No obstante, se logró evidenciar, por medio de las redes sociales, un apropiamiento ideológico por parte del actual gobierno de las arengas y manifestaciones. Particularidad que llama la atención, ya que, como se mencionó anteriormente, la convocatoria a la marcha era la de una celebración con un objetivo distinto.

No pretendo subestimar la fuerza y el impacto que tienen las ideas gubernamentales en algunos ciudadanos, pero sí cuestionarme qué tan alto era el porcentaje de manifestantes en las marchas del miércoles que apoyaron las políticas del gobierno y, también de qué manera Petro y sus seguidores aprovecharon el uso de una fecha enmarcada en la conmemoración de la clase trabajadora para adjudicarse las pretensiones de ese evento.

Si bien el gobierno actual representa un porcentaje de las ideas de muchos ciudadanos, también es evidente que no representa el de muchos otros. Y saber qué cantidad de personas presentes en las marchas salieron a defender las últimas políticas petristas, es poco probable saberlo porque no se puede distinguir qué número de personas iban solo por la marcha de los Trabajadores, quiénes iban solo en apoyo de las políticas de Petro y quiénes por ambas razones.

Lo que sí es evidente es que nosotros, como ciudadanos, podemos preguntarnos: ¿será que si hubo un oportunismo mediático por parte del gobierno nacional?, o ¿en verdad las marchas representaron en su totalidad las ideologías y políticas de Petro? Solamente quiénes asistieron a las marchas conocen sus intenciones de asistencia al evento.

Ahora bien, ¿será que el número de asistentes a la convocatoria del presidente habría sido el mismo si no hubiera estado enmarcada en la celebración del Primero de Mayo?

 

Juan David Martinez Morera
Licenciado en Filosofía y Humanidades Universidad Sergio Arboleda

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