El pasado domingo 17 de marzo de 2024, el sacerdote Jesús Hernán Orjuela, conocido como el padre Chucho, provocó un revuelo en las redes sociales tras pronunciar fuertes palabras durante un sermón. En un video viralizado, advirtió sobre el riesgo de una guerra civil en Colombia si no se toman medidas inmediatas.

En su intervención, el padre Chucho expresó la creciente influencia del crimen y la sensación de inseguridad que afecta a la sociedad colombiana. Sus palabras encontraron eco entre los asistentes a la liturgia, quienes aplaudieron sus declaraciones de: “este país va a llegar a una guerra civil si no reaccionamos”.

Sin embargo, las palabras del sacerdote no pasaron desapercibidas para el presidente de la República, Gustavo Petro, quien rechazó categóricamente la idea de una guerra civil, expresando: “Qué guerra civil ni qué carajos”.

Durante una visita oficial en Montería, el primer mandatario afirmó que Colombia está en un proceso de cambio profundo, pero enfatizó la posibilidad de lograr transformaciones pacíficas, haciendo referencia al llamado a una Asamblea Constituyente.

El presidente Petro habló sobre la importancia de la participación ciudadana en la construcción de un futuro democrático para Colombia. Afirmó que el deseo de reformar la Constitución no implica un deseo de dictadura, sino una expresión legítima de la voluntad popular.

En su discurso, Petro recordó los principios democráticos que han guiado la historia de Colombia, haciendo hincapié en la soberanía del pueblo y la importancia de la lucha por un país más justo y equitativo.

En medio de esta polarización, la sociedad colombiana enfrenta el desafío de encontrar un camino hacia la estabilidad y la reconciliación, manteniendo vivos los valores de la democracia y la justicia social.

Declaraciones del padre Chucho y respuesta del presidente Petro generan debate sobre en el país.

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