Los alumnos más pobres son los que menos se benefician de la educación pública

Los gobiernos no invierten lo suficiente en los niños que más necesitan la educación, según un informe publicado el martes por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en el que se pide una financiación equitativa para combatir la “pobreza de aprendizaje”, así lo publica la ONU.

Según un estudio que analiza datos de 102 países, los niños de los hogares más pobres son los que menos se benefician de la financiación nacional de la educación pública.

Actualmente, el 20 % de los alumnos más pobres recibe solo el 16 % de la financiación pública de la educación, mientras que el 28 % de los más ricos recibe el 28 % de esa financiación.

En los países de bajos ingresos, el desglose es del 11 % para los hombres y del 42 % para las mujeres.

Dejando a los niños del mundo sin esperanza

“No estamos haciendo lo suficiente por los niños. Demasiados sistemas educativos de todo el mundo invierten lo mínimo en los niños más necesitados”, declaró Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef.

“Invertir en la educación de los niños más pobres es la forma más rentable de garantizar su futuro y el de sus comunidades y países. El verdadero progreso solo puede lograrse cuando invertimos en todos los niños, en todas partes”, agregó.

El informe: ‘Transformar la educación mediante una financiación equitativa’, analiza el gasto público en educación desde la enseñanza preescolar hasta la superior.

Inversión pequeña, beneficio grande

Un aumento de un punto porcentual en la asignación de recursos educativos públicos al quintil de alumnos más pobre podría sacar a 35 millones de los niños en edad de cursar primaria de la pobreza educativa.

En todo el mundo, el gasto público en educación llega con más probabilidad a los alumnos de los hogares más ricos, lo que se aplica tanto a los países de bajos ingresos como a los de ingresos medios.

El origen de la desigualdad

Entre los países con ingresos bajos, el vacío es más pronunciado, según Unicef. Los datos muestran que los niños de hogares ricos se benefician de una financiación pública de la educación seis veces superior a la de los alumnos más pobres.

En los países de ingresos medios, como Costa de Marfil y Senegal, los estudiantes más ricos reciben aproximadamente cuatro veces más en gastos públicos en educación que los más pobres.

Mientras tanto, la diferencia en el gasto es menor en los países de ingresos altos, hasta 1,6 más entre los dos grupos, con países como Francia y Uruguay en el extremo superior de la diferencia.

No comprender conceptos básicos

Los niños que viven en la pobreza tienen menos probabilidades de acceder a la escuela y abandonan antes los estudios, según el informe.

Además, los niveles superiores de la enseñanza reciben un gasto público en educación por capital mucho mayor.

Estos niños también tienen una mayor probabilidad de residir en zonas apartadas y rurales que, por lo general, presentan una atención insuficiente.

A pesar de que ya antes de la pandemia de covid-19 los sistemas educativos de todo el mundo estaban fallando en gran medida a los niños, Unicef ha dicho que cientos de millones de estudiantes asisten a la escuela, pero no dominan las habilidades básicas de lectura y matemáticas.

Según estimaciones recientes de la agencia de la ONU, el 66 % de los niños de 10 años en todo el mundo no son capaces de leer o comprender un cuento sencillo.

Financiación más justa

El informe hace un llamamiento a la acción urgente para asegurar que los recursos educativos lleguen a todos los estudiantes.

Indican cuatro recomendaciones fundamentales:

Desbloquear la financiación pública a favor de la igualdad en la educación.
Priorizar la financiación pública del aprendizaje funcional.
Garantizar la distribución equitativa de la ayuda a la educación en situaciones de emergencia y de desarrollo.