La dosis para el uso de hongos no depende del peso seco debido a que sus concentraciones psilocibina y psilocina varía incluso en la misma especie. Foto: María Fernanda Londoño, Unimedios.
Salud

El auge de los hongos psicodélicos en Colombia: entre la tradición ancestral y los peligros actuales

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El interés por los hongos psicodélicos ha crecido en Colombia en los últimos años, impulsado tanto por su uso ancestral como por su potencial terapéutico. No obstante, este fenómeno avanza en un terreno riesgoso, por la ausencia de control sanitario y el desconocimiento sobre sus efectos. Sin regulación clara, los consumidores se enfrentan a productos de composición incierta y a riesgos para su salud mental y física. El debate entre tradición, mercado clandestino y ciencia apenas comienza.

Los hongos psicodélicos en Colombia:

En Colombia, los hongos del género Psilocybe, conocidos por inducir experiencias alucinógenas, han dejado de ser exclusivamente parte de rituales indígenas para circular cada vez más en escenarios urbanos y clandestinos. Su venta, impulsada por redes informales, incluye presentaciones como cápsulas, chocolates y productos comestibles, sin pasar por ningún tipo de control de calidad.

Uno de los principales peligros es la enorme variabilidad en los niveles de psilocibina y psilocina, compuestos responsables de los efectos psicodélicos. Investigadores de la Universidad Nacional han demostrado que incluso entre hongos de la misma especie, las concentraciones de estos compuestos pueden variar de forma significativa, dificultando cualquier predicción sobre su potencia o efectos en el organismo.

Los investigadores utilizaron cromatografía líquida de alta eficiencia con detección de arreglo de diodos (HPLC-DAD). Foto: María Fernanda Londoño, Unimedios.

El cultivo inadecuado, la exposición a contaminantes como metales pesados y mohos, y la falta de información verificada sobre su contenido agravan la situación. En este contexto, consumir hongos se convierte en una apuesta incierta, donde la percepción de estar usando un producto «natural» puede ocultar riesgos serios para la salud mental, incluidos episodios psicóticos o cuadros de ansiedad severa.

Aunque en otros países como Estados Unidos y Canadá se explora su uso terapéutico en entornos clínicos controlados, en Colombia este avance es aún lejano.

Los expertos insisten en la necesidad de reglamentar la producción, venta y consumo de estas sustancias antes de que la expansión del mercado informal derive en una crisis de salud pública.

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