
La uchuva, esa pequeña fruta dorada de sabor agridulce, se ha convertido en una de las grandes embajadoras de Colombia en el exterior. Lo que antes era un cultivo de producción local, hoy es un motor de la agroindustria nacional, con un crecimiento sostenido en exportaciones que consolida a Cundinamarca como líder absoluto en el país.
Economía de la Uchuva en Colombia:
Desde 2017, las ventas internacionales de uchuva han crecido de manera significativa. En ese año, las exportaciones sumaban USD 27,8 millones, mientras que en 2024 la cifra ya supera los USD 43,5 millones. Solo en el último año, el incremento fue del 9,4 %, lo que demuestra el creciente interés de mercados extranjeros por esta fruta colombiana.
Colombia tiene el dominio casi total de la producción mundial de uchuva, con una participación del 94 %. Los principales compradores son Países Bajos, Estados Unidos, Alemania, Bélgica y Canadá. Europa es un destino clave, con un aumento del 70,3 % en Alemania y del 113,2 % en el Reino Unido solo en 2024.
El crecimiento de la exportación no solo fortalece la economía del país, sino que también impacta positivamente a las comunidades productoras. En Cundinamarca, la producción anual supera las 4.699 toneladas, con municipios como San Bernardo y Pasca a la cabeza. Además, el trabajo manual en la selección de la uchuva genera empleo para miles de personas, muchas de ellas madres cabeza de familia, quienes encuentran en esta actividad una fuente de sustento.
Beneficios de la uchuva:
Más allá de su papel en la economía, la uchuva también es valorada por sus beneficios para la salud:
- Rica en antioxidantes, ayuda a combatir el envejecimiento celular.
- Aporta vitaminas A y C, fortaleciendo el sistema inmunológico.
- Favorece la digestión gracias a su alto contenido en fibra.
- Contribuye a reducir el riesgo de enfermedades inflamatorias.
- Sus compuestos bioactivos benefician la salud cardiovascular.
El camino de la uchuva colombiana sigue en ascenso. Con una demanda creciente y un reconocimiento cada vez mayor en el mercado global, Cundinamarca se mantiene firme en su posición de líder mundial en la exportación de esta fruta, generando oportunidades y abriendo nuevas puertas para el agro colombiano.
Lo que antes era un cultivo de producción local hoy es un motor de la agroindustria nacional.