El presidente Gustavo Petro, a fines del año 2022, reveló su intención de reabrir los mataderos municipales que habían sido clausurados años atrás. Ahora, el ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, confirma que el decreto que autoriza dicha reactivación está preparado y entrará en vigencia en los próximos días.

La decisión busca abordar varios aspectos importantes. En primer lugar, se pretende utilizar la infraestructura existente en muchos municipios para llevar a cabo el sacrificio de reses de acuerdo con las regulaciones de salud pública. Esto ayudaría a reducir el abigeato, el robo de ganado, así como los sacrificios irregulares en potreros.

“Se impondrán normas sanitarias estrictas para asegurar un manejo adecuado. Vamos a garantizar la supervisión y control de estos mataderos de acuerdo con nuestras resoluciones”, afirmó el ministro Jaramillo.

Una consideración importante radica en el impacto que tuvo el cierre de los mataderos municipales en muchas comunidades. Las personas se vieron obligadas a recorrer largas distancias para llegar a lugares de sacrificio, lo que no solo aumentaba el tiempo involucrado, sino también los gastos asociados.

Sin embargo, la polémica en torno a esta medida persiste. Desde el anuncio del presidente Petro, Colombia ha sido testigo de un acalorado debate que involucra a diversos actores. El mandatario argumenta que el alto costo de la carne de res se debe a un oligopolio de frigoríficos, y la reapertura de los mataderos municipales es una solución viable. La idea es que el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) permita la operación de estos mataderos.

Por otro lado, la Asociación de Frigoríficos de Colombia ha expresado su inquietud ante esta propuesta. Álvaro Urrea Ruiz, presidente de la asociación, sostiene que el número de plantas de beneficio ha disminuido drásticamente en los últimos años y que la noción de un oligopolio no se ajusta a la realidad. Según Urrea, el costo de los servicios de los frigoríficos representa apenas el 2 % del valor total de la carne, y abrir más mataderos no garantiza una reducción en el precio de la carne.

Esta perspectiva también es compartida por Fedegán, la Federación Nacional de Ganaderos de Colombia. Según ellos, el precio de la carne no ha mostrado una tendencia a la baja en los últimos años. A pesar de las variaciones anuales mínimas, en 2021 el costo de la carne de res aumentó un 31 %, y en años anteriores las fluctuaciones fueron inferiores al 1 %.

La reapertura de los mataderos municipales, aunque polarizante, busca abordar problemas como la ineficiencia en la cadena de valor de la carne y el acceso a lugares de sacrificio adecuados.

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