En el municipio de Zipaquirá (Cundinamarca), dos situaciones preocupantes han sido objeto de denuncia por parte de ciudadanos que residen en zonas cohabitaciones. La contaminación auditiva y la invasión del espacio público se han convertido en motivo de inquietud para los afectados.

Uno de los puntos señalados se encuentra en la Calle 4 con Carrera 31, La Toscana, donde residentes de unidades residenciales enfrentan un persistente problema: Cada fin de semana, el tráfico en la zona aumenta significativamente hasta altas horas de la noche, lo que dificulta el descanso y la tranquilidad de los vecinos. Aunque los clubes nocturnos contribuyen al ruido, también es el tráfico vehicular el que genera molestias, tanto por el ir y venir de personas como por los vehículos que recogen a quienes se congregan en la zona. A pesar de que se supone que cuentan con un permiso hasta las 2 de la mañana, los residentes se ven afectados por el ruido durante toda la noche.

El segundo caso denunciado se localiza en el entorno de la Av. 26 con Cra. 22, donde los ciudadanos reportan una invasión del espacio público que afecta negativamente su calidad de vida. Imágenes capturadas por los afectados evidencian la ocupación irregular de la vía pública por un grupo de vehículos que se reúnen en las noches y madrugadas. Estos vehículos reproducen música a un volumen excesivo, perturbando el descanso y la tranquilidad de quienes residen en la zona. Además, la llegada de un carro de comidas rápidas en horas nocturnas agrava la situación, generando un caos de ruido y actividad debido a la llegada de más vehículos, acompañados de un elevado volumen sonoro y la utilización del lugar como taller y lavadero de carros.

*La comunidad espera que estas denuncias sean tomadas en cuenta y que se implementen acciones concretas para mitigar el ruido excesivo y la ocupación indebida del espacio público. Es fundamental que tanto los residentes como los establecimientos comerciales y usuarios de vehículos colaboren en el respeto a las normativas locales para preservar la paz y la calidad de vida en este territorio.

La contaminación auditiva y la invasión del espacio público se han convertido en motivo de inquietud para los afectados.

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