La tragedia de Armero (Tolima) que dejó más de 20.000 víctimas mortales, sigue siendo un hecho recordado en Colombia y en el mundo como una de las mayores catástrofes naturales de la historia del país. Entre las víctimas más conocidas se encuentra Omaira Sánchez, una niña de 13 años que quedó atrapada entre los escombros de su casa y que, pese a los esfuerzos de los organismos de socorro, murió después de estar aprisionada durante tres días.

Tras el doloroso suceso, en los últimos 37 años algunos de los visitantes de Armero han venerado a Omaira como si fuera una santa, visitando su casa
(lugar donde murió) para pedirle favores que van desde un empleo hasta la sanación de una enfermedad grave; según ellos, mediante el ofrecimiento de placas, flores, velas, juguetes y oraciones han obtenido respuestas a sus súplicas gracias a la intercesión divina de la menor.

En consecuencia, recientemente, algunos habitantes de Armero han iniciado el proceso de canonización de Omaira Sánchez; esto, tras recibir algunos testimonios sobre los milagros que ha recibido esta pequeña mártir de la tragedia que se presentó en noviembre de 1985.

Y aunque esta práctica ha generado controversia porque muchos argumentan que esta veneración no está respaldada por la doctrina católica y podría desviar la fe de los creyentes, la Iglesia Católica no se ha pronunciado al respecto.

De los visitantes de Armero han venerado a Omaira como si fuera una santa, visitando su casa (lugar donde murió) para pedirle favores que van desde un empleo hasta la sanación de una enfermedad grave.

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