En una movida sorpresiva, la Superintendencia de Salud estaría interviniendo la EPS Sanitas, una de las principales empresas prestadoras de servicios de salud en el país. La medida llegaría luego de una investigación que reveló una presunta serie de irregularidades financieras y administrativas que podrían comprometer la calidad de atención a sus afiliados.
“El objetivo principal es garantizar la ‘protección de los derechos de los usuarios y asegurar la sostenibilidad financiera de la EPS’. Se han detectado presuntas deficiencias en la gestión de recursos, así como posibles desviaciones en el manejo de los fondos destinados a la atención médica de los afiliados”, según manifestó un portavoz de la superintendencia, que pidió por el momento mantener su nombre en el anonimato.
La Superintendencia de Salud habría designado un equipo de expertos en auditoría y gestión financiera para supervisar de cerca las operaciones de EPS Sanitas durante el período de intervención. Se espera que esta medida permita identificar y corregir las deficiencias encontradas, así como implementar las medidas necesarias para garantizar la continuidad de los servicios de salud para los afiliados.
La noticia ha generado preocupación entre los más de 5.700 usuarios, quienes temen por la calidad y accesibilidad de la atención médica. Sin embargo, las autoridades de salud habrían asegurado que se están tomando todas las medidas necesarias para minimizar cualquier impacto negativo en la prestación de servicios y proteger los derechos de los afiliados.
Autoridades toman medidas ante presuntas deficiencias financieras y administrativas.
Foto portada: Imagen de la fachada de Sanitas en Zipaquirá. Foto de Extrategia Medios.