En horas de la noche, del pasado martes, 25 de julio, el representante a la Cámara por Cundinamarca, Eduard Sarmiento Hidalgo, se vio envuelto en una situación desafortunada: mientras se encontraba en el centro de la ciudad de Bogotá D.C., el político zipaquireño ingresó a un restaurante, pero al salir, se percató de que había perdido su celular. Gracias a las cámaras de seguridad del establecimiento, se pudo determinar lo sucedido.

Según las grabaciones, al abandonar el restaurante, el celular de Sarmiento Hidalgo se resbaló de sus manos sin que él se diera cuenta. Al percatarse de la pérdida al llegar a su automóvil, regresó rápidamente al lugar, para mirar que el dispositivo ya no estaba allí. Revisando detenidamente las grabaciones, se pudo observar claramente cómo un hombre vestido con una camisa de cuadros azules lo encontró, lo tomó y lo guardó en su bolsillo antes de marcharse.

Gracias al servicio de rastreo del celular, se pudieron obtener dos últimas señales sobre su ubicación. La primera fue registrada a las 10:54 p. m. en la zona cercana a la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), específicamente en la Calle 26. La segunda señal se dio a las 11:40 p.m. en la intersección de la Avenida 68 con la Calle 53.

Ante esta situación, el representante a la Cámara hace un llamado a la comunidad y solicita la colaboración de cualquier persona que pueda conocer al individuo que tomó su celular. Eduard Sarmiento solicita que, si es posible, se logre la localización del dispositivo o que, a través de un intermediario, se haga la devolución voluntaria del mismo. En este sentido, él asegura que no tomará acciones legales contra el responsable y agradece de antemano cualquier ayuda que se pueda brindar.

Es relevante destacar que, para Sarmiento Hidalgo, lo primordial es la información y los archivos almacenados en el dispositivo móvil, más que el aparato en sí mismo. Por lo tanto, su principal deseo es recuperar la valiosa data contenida en el celular, la cual tiene un gran valor tanto personal como profesional.

Se pudo observar claramente cómo un hombre vestido con una camisa de cuadros azules lo encontró, lo tomó y lo guardó en su bolsillo
antes de marcharse.

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