Con la intención de aliviar el congestionado tráfico de Bogotá D.C., se lanzó el proyecto ‘Accesos Norte Fase II’, una iniciativa ambiciosa compuesta por tres obras diseñadas para optimizar la entrada y salida de la ciudad, al mismo tiempo mejorar la movilidad vial.

Ampliación de corredores viales:

Este proyecto, con una inversión de $1,8 billones, se enfoca en la expansión de tres corredores viales esenciales:

  • Autopista Norte: Desde Calle 191 hasta Calle 245.
  • Carrera Séptima: Desde Calle 201 hasta Calle 245.

La Carrera Séptima experimentará un cambio significativo, abarcando un tramo de 4,93 kilómetros desde la Calle 201 hasta la Calle 245. Este proyecto incluirá mejoras en la vía actual, así como la creación de una segunda calzada con dos carriles mixtos de 3,25 metros y 3,50 metros de ancho, respectivamente.

  • Variante Sopó: Mejoramiento en un tramo de 5.5 km desde Hacienda Aposentos hasta la Hacienda la Esperanza – San José (Calle 3) en Sopó (Cundinamarca).

La variante de Sopó verá mejoras a lo largo de 5.5 km, desde Hacienda Aposentos hasta la Hacienda la esperanza – San José (Calle 3) en Sopó. Además, se construirá una nueva calzada bidireccional de 1,70 km, conectando la Hacienda la esperanza – San José (Calle 3) con la Concesión Perimetral de Oriente, en el sector tres esquinas y la vía hacia la vereda San Gabriel. Estas innovaciones prometen transformar radicalmente la movilidad en Bogotá, allanando el camino hacia una ciudad más accesible y fluida.

Transformaciones en movilidad y espacio público:

  • La visión de ‘Accesos Norte Fase II’ abarca más allá de la ampliación vial:
  • La Autopista Norte aumentará de 3 a 6 carriles.
  • La Carrera Séptima se expandirá de 2 a 4 carriles.
  • Se enlazarán los humedales Torca y Guaymaral.
  • Un total de 21,5 km de ciclorrutas serán construidos.
  • Se levantarán 65.000 m² de nuevos espacios públicos.

Planes y proyecciones:

Se prevé que la obra se complete en 2029, luego de un proceso de construcción de cinco años y medio, según el gerente de la ‘Concesión Ruta Bogotá Norte’, Juan Manuel Mariño. Además, la expansión de la Autopista Norte enfrenta un desafío crucial: un tubo de agua vital que abastece la ciudad no puede ser perturbado durante la construcción. Además, para mitigar preocupaciones ambientales, la tala de árboles se manejará meticulosamente. Cada árbol derribado será registrado y sustituido por un ecosistema equivalente mediante replantación.

Una iniciativa ambiciosa compuesta por tres obras diseñadas para optimizar la entrada y salida de la ciudad, al mismo tiempo mejorar la movilidad vial.

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