La violencia digital hacia las mujeres es más frecuente de lo que se piensa

En Colombia las cifras de violencia contra la mujer siempre son altas, ahora bien, un tipo de violencia del que no se habla mucho es la violencia digital, este tipo de violencia es aquel que se da en contra de mujeres y que ocurre a través de medios digitales y redes sociales.

Según datos de 2023, el 60 % de las mujeres entre 18 y 40 años en Colombia, afirmaron haber sido víctimas de acoso por herramientas digitales, así pues, según datos recopilados por ColombiaCheck este tipo de violencia se relaciona con la desinformación, afectando particularmente a los migrantes.

Violencia Digital: Definición

 De acuerdo con el informe ‘Violencia contra mujeres y niñas en el espacio digital, lo que es virtual, también es real’ de la ONU Mujeres, la violencia digital es aquella que se comete a través de los medios digitales, incluyendo las redes sociales, aplicaciones de telefonía o correo electrónico, implicando acciones que afectan o dañan la dignidad, la integridad y que afecta el desarrollo y disfrute de los derechos humanos como la libertad de expresión, acceso a la justicia entre otros.

Ahora bien, según la Organización de Estados Americanos (OEA), la violencia digital es un fenómeno de larga data que forma parte del contexto de discriminación de género y violencia sistemática contra las mujeres en los diferentes ámbitos de su vida.

¿Qué acciones se consideran violencia digital?

La violencia digital incluye la difusión no consensuada de material íntimo, el acceso y divulgación no autorizados de información personal, la suplantación de identidad, ataques a la reputación, vigilancia invasiva, ciberacoso, y ciberhostigamiento.

También incluye amenazas directas, violencia física facilitada por tecnología, abuso y explotación sexual en línea, y ataques dirigidos a colectivos femeninos para censurar y dañar. Estos actos van desde la creación y distribución de contenido sexual sin consentimiento, hasta el robo de identidad y la manipulación de información para intimidar o desacreditar a una persona.

La vigilancia constante y el monitoreo de actividades en línea también forman parte de esta problemática, así como el uso de las TIC para ejercer control o violencia física y sexual.

Vínculo entre violencia digital y desinformación

ColombiaCheck usando información de la investigación de  ‘Acoso, soledad y desprestigio: Un estudio sobre las formas, las rutas de atención y el impacto de las violencias digitales contra las candidatas al Congreso colombiano en 2022’, de la Fundación Karisma, indica cuáles son los diferentes tipos de violencia digital a los que se pueden exponer las mujeres en entornos digitales, usando como ejemplo los casos de Francia Marquez y MAria Fernanda Cabal.

ColombiaCheck explica que la desinformación se cruza con la violencia digital cuando se usan datos falsos o engañosos sumados a ataques por motivos de actitudes, pensamientos, o declaraciones de las mujeres, usando calificaticos como “brujas” o “brutas”.

Así pues, en el caso de la vicepresidenta Francia Márquez, en la duración de la campaña presidencial, muchas narrativas de desinformación, fueron promovidas por políticos y personalidades por medio de redes sociales, siendo una de ellas la acusación de pertenecer a grupos guerrilleros.

Estas prácticas se ubican dentro del espectro de DeepFace, una práctica en la que se hacen montajes para minar la credibilidad de la mujer implicada.

Otras formas de desacreditación de las que fue víctima Francia Márquez, fue el intento de relacionarla con la santería, siendo este hecho verificado por ColombiaCheck, siendo el titular “‘La brujería de Francia Márquez”, en la que se usaba una foto de Francia alrededor de una ofrenda con vela encendida, siendo esta foto un montaje y la información en el artículo falsa.

Estas acciones se enmarcaron en narrativas de desinformación que incitaban al racismo y al odio a raíz del origen étnico y apariencia física de Francia.

Narrativas antiderechos

La violencia digital contra las mujeres se presenta en medio de un contexto antiderechos, en los que además de cuestionar a las mujeres, se juzgan por sus acciones.

El discurso, como tal, se basa en la desinformación e impulsa violencias de género, en particular impulsando a juzgar actos como acceso al aborto, derivando en discriminación a las mujeres que acceden a este procedimiento u otros relacionados en particular con el ámbito reproductivo.

Estas acciones en contra de las mujeres por sus elecciones se movilizan prioritariamente por medio de mensajes compartidos, grupos o páginas, con afirmaciones que impulsan un tratamiento de la mujer como asesina si se practica un aborto.

La violencia digital es un fenómeno de larga data que forma parte del contexto de discriminación de género y violencia sistemática contra las mujeres