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La ruta de las onces en Sabana Centro: algunos de los sitios más tradicionales de esta provincia

El termino más famoso de estos lugares es Salón de Onces. A inicios del Siglo XX, la palabra “Las Once” se hizo popular cuando los curas o los trabajadores querían disimular que iban a tomar trago en la media tarde y usaban la expresión “tomar las once” refiriéndose en clave al aguardiente por sus once, letras que conforman esta palara.

Con el tiempo se popularizó esta expresión, pues era tarea diaria de los hombres explicarles a sus esposas que saldrían a tomar las once (aguardiente); asimismo, las mujeres fortalecieron el término para referirse a la actividad de la media tarde como “las onces”, palabra que actualmente se usa para referirse al tomar el té o el “tintico”, el yogurt o el masato, en compañía de un producto comestible, como el postre, la almojábana u otro producto de panadería.

El gusto por ese momento de esparcimiento hizo que se crearan negocios especializados en la comida y las bebidas que lo amenizan. Fue tal el éxito, que en la conversación al calor de un café se han tomado decisiones amorosas, políticas, literarias y hasta científicas.

En diferentes regiones del país esta tradición continúa, buscando mantener vivos los productos, las delicias y secretos en su elaboración.

Extrategia Medios presenta cinco lugares históricos e inolvidables de Sabana Centro, para disfrutar de una media mañana, tarde o cuando ‘le antoje’, en compañía de la familia, amigos o más allegados.

Topotoropo (Cogua)

Cogua, vía a la represa del Neusa.

Fundado en 1990 por Hederman Castro y María Vergara, con el objetivo de comercializar productos autóctonos  de la Sabana.

 TOPOTOROPO, postres Cogua.

Con el trabajo y dedicación  que han realizado sus propietarios por más de 30 años, los productos llegaron a distribuirse en Bogotá y en varios municipios de Cundinamarca entre ellos: Cajicá, Zipaquirá, Chía, Tocancipá, Sopó, Funza, Mosquera, Madrid, Mosquera, Sibaté, La Calera, Chocontá y Ubaté.

Las vitrinas de Topotoropo están surtidas de pandebonos, almojábanas, arepas, mantecadas, galletas, queso campesino, queso doble crema, cuajada, kumis, yogurth, además sus deliciosos postres entre otros.

*Toporopo: Con este nombre se conoce a la uchuva en la Costa Atlántica, donde también tienen raíces sus fundadores.

Las Once de siempre (Zipaquirá)

Carrera 12 No.6-32

Desde 1850, ‘Las Once’ ha sido uno de los sitios más tradicionales de la ‘Capital Salinera de Colombia’. Este lugar era frecuentado por el Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, entre 1943 a 1946, cuando hizo los cuatro últimos años de bachillerato en el Liceo de Varones de este municipio.

Las Once de siempre (Zipaquirá)

Las Once nació en 1850, tras el éxito que tenía la señora Belarmina de Gaitán con sus recetas, cuando recibía en su hogar visitas y las atendía con deliciosos dulces y postres frescos.

Eran tan abundantes los elogios que la animaron y decidió abrir un local para vender sus productos con los agradables sabores de la época , como el caramelito rojo, las obleas, cocadas y los famosos borrachitos; así fue como Las Once creció, convirtiéndose en un lugar emblemático por sus dulces y postres. Belarmina ya no solamente recibía visitas de sus amistades o conocidos, sino que el lugar se hizo famoso por la recomendación de los habitantes de Zipaquirá, hasta traspasar los límites del municipio y llegar a sonar en la Capital del país y pueblos aledaños.

El café hizo parte de la época en la que cobró fama la expresión “vamos a tomar las once”.  Desde entonces sus productos siguen siendo ícono de los sabores de la Sabana.

A mediados del Siglo XIX, el caramelo rojo era uno de los dulces más pedidos por los visitantes; en ese entonces era un gran bloque que se vendía por libras. Actualmente, sus clientes suelen pedir postre de nata, arequipe, masato, bocadillos, brevas con arequipe, entre otras golosinas y postres de la casa.

La Estación (Cajicá)

Carrera 2 A No. 2-35

La panadería más conocida y también recordada por los cajiqueños, donde su maravilloso y fresco pan fue el principio del gran éxito que hoy tiene ‘La Estación’.

La estación Cajicá

En una casa familiar ubicada en la zona central de Cajicá, durante la crisis económica de finales de los noventa, nació ‘La Estación’, una pequeña panadería que ganaría una fama grande por su pan caliente.

El lugar es hoy un ícono del municipio, al que llegan cuantiosos turistas. Según sus administradores “hasta inicios de 2000, la mayoría de los comensales preferían su pan caliente; hoy optan por el panzerotti, buñuelos, hojaldres y pasabocas”.

“El éxito de La Estación es el producto caliente, los clientes vienen a preguntar ¿Qué hay caliente?, esa la palabra mágica”, dijo Víctor Manuel Chávez, propietario de la tradicional panadería que se ha ubicado por más de 20 años frente a la Estación del Tren de Cajicá.

La Cigarrita (Chía)

Carrera 10 #11-20

María Teresa Parra, heredera de La Cigarrita, recuerda las anécdotas de su madre, que le contaba que el emblemático Salón de Onces de la ‘Ciudad de la Luna’, era constantemente visitado por el expresidente Alberto Lleras Camargo, quien gobernó el país en los períodos de 1945-1946 y 1958-1962 y residió varios años en este municipio a seis cuadras de este lugar.

En una esquina de la Plaza Principal de Chía, desde hace 62 años se sirve uno de los mejores masatos del municipio, afirman los comensales de La CigarritaJorge Parra y Anita de Parra, fundaron La Cigarra, el Salón de Onces más concurrido y emblemático en la ‘Ciudad de La Luna’.

Tras la pandemia y para remodelar el lugar, la Cigarra cerró sus puertas por 22 meses durante el 2020 y 2021, para volver renombrada como La Cigarrita, “un sitio más pequeño, pero más acogedor, que continúa compartiendo los mejores productos a las familias que visitan este representativo lugar en Sabana Centro”, dice la Familia Parra.

“Los jóvenes que visitaban La Cigarra junto a sus padres o abuelos, hoy, siendo adultos vuelven a La Cigarrita por el icónico masato, por la textura y sabor de la mantecada, por el dulce de las brevas y por las empanadas calientes”, afirmó María Teresa Parra, quien hoy atiende el negocio heredado de sus padres y sigue recibiendo elogios y recuerdos de sus visitantes. Es un lugar obligado para turistas y gentes provenientes de Bogotá o de otros municipios de la región, quienes también buscan productos originales, tradicionales y muy deliciosos.

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Delicias Santa Isabel (Nemocón)

Calle 4 #4-53.

Desde hace 20 años las Almojábanas Santa Isabel conquistaron el paladar de los nemoconeneses y de los turistas que llegan a la Mina de Sal.

Camilo Ramos heredó la tradición de su suegra Rosaura Guzmán, que desde 1950 inició preparando “las mejores almojábanas de Nemocón ”, como lo aseguran los clientes que frecuentan el lugar y lo corroboran propios de esta población.  Hace 20 años Santa Isabel se ha posicionado como uno de los lugares más concurridos del municipio.

Con el paso de los años, Delicias Santa Isabel se trasladó al municipio de Chía tras una crisis económica provocada por la falta de clientes debido al cierre de La Mina Turística de Sal. Luego de superar el difícil momento y al reactivarse la mina, volvió a establecerse en su lugar de origen, ubicado en una esquina de la Plaza Principal del municipio, donde recuperó su reconocimiento.

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La almojábana es el producto estrella de Delicias Santa Isabel, tanto así, que logró conquistar el paladar del reconocido periodista Guillermo Arturo Prieto La Rotta ‘Pirry’, quien además recomienda este Salón de Onces. También es tradicional ir hasta este lugar para disfrutar del pandeyuca, mantecadas, postres y gran variedad de colaciones.

Ahora, cuando el tiempo se lo permita y desee vivir una experiencia deliciosa y diferente, en familia o con amigos, visite estos establecimientos de los cuales saldrá encantado.

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1 Comment

  1. Excelente idea … felicitaciones..

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