BogotáMedio ambiente

Infraestructura deteriorada pone en riesgo la conservación de ejemplares de flora y fauna

Un grupo interdisciplinario de la Procuraduría General de la Nación realizó una visita a las sedes del Instituto de Ciencias Naturales y del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional, encontrando las instalaciones de ambas entidades en una situación deplorable y crítica.

Luego de la visita de inspección se encontró que las edificaciones en cuestión presentan graves fallos de infraestructura debido a filtraciones de agua, fallas estructurales y daños eléctricos, sumado a grietas en las paredes agravadas por los recientes eventos sísmicos en la región.

Además, luego de la inspección se encontraron rastros de asbesto en las instalaciones, siendo esta sustancia además de cancerígena tanto para profesores como estudiantes y visitantes del museo, también es contaminante para las colecciones biológicas alojadas en los institutos.

La Procuraduría reprocha como se ha permitido este deterioro tan critico en el instituto que documenta y registra la biodiversidad nacional, aún más en una coyuntura en la que se destinan recursos a eventos de biodiversidad como la COP16.

Siendo paradójico, según la entidad, que se incumpla el Convenio de Biodiversidad, suscrito para promover al Estado a invertir en el fortalecimiento de la investigación en Biodiversidad y mediante el cual se deberían tomar más decisiones en cuanto a conservación y uso sostenible de los recursos naturales.

De la misma forma, el Ministerio Público confirmó que los edificios de la Universidad Nacional están colapsándose mientras que las entidades correspondientes no se ponen de acuerdo acerca de los pasos a seguir para construir un nuevo proyecto arquitectónico que costaría 93.000 millones y que serviría para albergar 13 colecciones con un total de 3.5 millones de ejemplares de plantas, aves, insectos y hongos en conservación.

La delegada para Asuntos Ambientales, Minero Energéticos y Agrarios, expresó que realizaría envió de cartas a las carteras ministeriales, solicitando planes de acción para salvaguardar las colecciones biológicas, que son base del conocimiento y del cumplimiento de compromisos en diversidad.

Luego de la inspección se encontraron rastros de asbesto, siendo esta sustancia  cancerígena tanto para profesores como estudiantes y visitantes del museo

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