La revolución de los autos eléctricos es muy impactante. Está cambiando la forma en que nos movemos y cómo funcionan las economías en todo el mundo. Y Colombia, con su biodiversidad alucinante, está en un momento crucial. La idea de los autos eléctricos puede traer ventajas económicas fantásticas, pero también nos hace pensar en los problemas relacionados con el medioambiente. Con el gobierno poniendo sus esfuerzos en la tecnología eléctrica, hay gente que se pregunta si estamos yendo por el camino correcto.

Colombia: Rumbo a la movilidad eléctrica

La contaminación en ciudades como Bogotá, Medellín y Cali es muy grave y todos queremos un transporte más limpio. La locura del tráfico y los autos viejos hacen que el gobierno esté promoviendo los autos eléctricos. En 2019, el gobierno colombiano introdujo una política muy interesante: ¡eximir del IVA a los autos eléctricos e híbridos! Así los hace más atractivos para la gente y anima a los posibles inversionistas. Además, se propusieron la meta de tener 600.000 autos eléctricos para el 2030.

Inversión extranjera: el motor de la transformación

Grandes empresas internacionales están apostando fuertemente por la movilidad eléctrica en Colombia. Renault y Momentum Group están invirtiendo mucho dinero para conseguir un buen puesto en el mercado colombiano de autos eléctricos. Y no solo ellos, ¡Tesla también está participando activamente! Con su éxito y el precio acción Tesla subiendo de manera significativa, se ve que el mercado de los autos ecológicos tiene un potencial gigante. En cuanto a los buses eléctricos, la compañía china BYD también ha conseguido un contrato reciente.

¿El rumbo es el correcto?

A pesar del optimismo, la situación no está exenta de preocupaciones. La dependencia del país de fuentes de energía como la térmica, la hidráulica y los combustibles fósiles no se alinea con la visión de una electrificación sostenible. Colombia genera la mayor parte de su energía a partir de dichas fuentes, no de energías renovables. Ello podría dar como resultado un incremento paradójico de la huella de carbono del país con la adopción de los vehículos eléctricos, a menos que se potencie el uso de energías renovables.

Infraestructuras y accesibilidad: Desafíos en el horizonte

Además, es innegable la necesidad de construir una infraestructura sólida para la recarga de vehículos eléctricos. Este proceso demandará una minuciosa planificación para afrontar la diversidad geográfica de Colombia. El enigmático terreno montañoso y un panorama mayoritariamente rural podrían representar desafíos significativos en la construcción de una red de recarga inclusiva y eficaz.

Un sueño electrificado digno de ser perseguido

Si bien hay obstáculos, tampoco todo es una cuesta arriba. Colombia tiene la oportunidad de sacarle provecho a su ubicación estratégica en el Triángulo del Litio, que es la zona con las reservas más grandes de litio en el mundo entero. Esto podría ser sumamente útil para producir baterías, que son muy importantes para los autos eléctricos y para almacenar energía de fuentes renovables.

A pesar de los retos que presenta esta fase inicial, la perspectiva de la revolución verde en la movilidad colombiana es alentadora. La historia de la movilidad eléctrica requiere de inversión constante, estrategias pioneras y políticas sostenibles. Explorar este sendero electrizante podría ser la dirección más acertada para Colombia, aportando no solo beneficios económicos, sino también ayudando a forjar ciudades más saludables y sostenibles.

La revolución de los autos eléctricos es muy impactante. Está cambiando la forma en que nos movemos y cómo funcionan las economías en todo el mundo.

Más de Bogotá

Deje su mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *