La historia se desenvuelve un día en el parque Mundo Aventura de Bogotá el 9 de abril de 2023. Todo parecía perfecto para la familia García, quienes se disponían a disfrutar de un día lleno de diversión. Sin embargo, lo que prometía ser un día inolvidable se convirtió en una pesadilla cuando Hanna Isabella Merchán García, una adolescente de 13 años, decidió subirse a la atracción Ranger, un martillo que da vueltas de 360 grados a una altura considerable. La tragedia golpeó cuando el sistema de seguridad mecánico de la atracción, que normalmente asegura a los pasajeros, se encontraba, presuntamente desactivado debido a trabajos de mantenimiento, y el operador no tenía conocimiento de esta situación.

Este infortunio condujo a momentos traumáticos para la menor, quien se vio desamparada dentro de la máquina, aferrándose desesperadamente a una baranda para evitar caer. Aunque permaneció consciente, el protocolo de primeros auxilios se activó y, tras una larga espera (de aproximadamente cuatro horas) por una ambulancia, Hanna fue finalmente trasladada al Hospital San Ignacio.

Sin embargo, la atención médica complico la situación, especialmente en términos de pruebas diagnósticas como el TAC o la resonancia magnética.

Ante la falta de respuestas por parte del parque de atracciones y los centros médicos de la capital del país, la familia tomó la decisión de llevar a Hanna a la Clínica Marly en Chía, donde se descubrieron lesiones graves, incluyendo una fractura de sacro, luxación de coxis y hernia discal.

A pesar de recibir tratamiento y permanecer hospitalizada durante cuatro días, Hanna continuaba padeciendo un dolor significativo, lo que llevó a la búsqueda de atención médica adicional. Esta búsqueda condujo a la recomendación de cuidados paliativos y terapias de rehabilitación, pero se vieron obstaculizadas por las limitaciones de la póliza y la falta de respuesta financiera por parte de Mundo Aventura.

En la actualidad, la familia enfrenta una situación angustiosa, dado que Hanna necesita un procedimiento médico crucial llamado Neurolisis, cuyos costos legales para que se determine tiene un costo de peritaje aproximadamente $5’000.000. Este tratamiento es esencial para la recuperación de la niña, quien, debido a las lesiones sufridas, se encuentra en riesgo de quedar cuadrapléjica. Ante esta difícil situación, la familia hace un apremiante llamado a Mundo Aventura, instándolos a asumir la responsabilidad de la situación y cubrir los costos médicos y de rehabilitación para garantizar que Hanna continúe su tratamiento y recupere una calidad de vida aceptable.

La madre de Hanna Isabella Merchán, quien narra esta conmovedora historia, se presenta como una persona dedicada y comprometida, ejerciendo como docente en el área de matemáticas en el Instituto Técnico Industrial de Zipaquirá. Este detalle añade un elemento significativo a la historia, pues su hija también estudia en la misma institución, aunque, debido al riesgo que enfrenta, se encuentra en el sistema PIAR.

Lo que prometía ser un día inolvidable se convirtió en una pesadilla.

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