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Crisis Ganadera en Colombia, 9.000 animales han muerto tras el Fenómeno de El Niño

El fenómeno de El Niño está dejando una huella desgarradora en el sector ganadero colombiano, desencadenando una crisis que va más allá de las pérdidas económicas. Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), se espera que este fenómeno persista en Colombia hasta abril, seguido por un periodo ENSO-neutral hasta junio, lo que plantea condiciones climáticas extremas.

La Federación Colombiana de Ganaderos y el Fondo Nacional del Ganado (Fedegán-FNG) informan pérdidas ascendentes a $16.645 millones, impactando fuertemente la región del Caribe con un revés económico de $11.723 millones. La cifra de víctimas incluye la muerte de 8.879 bovinos y el desplazamiento de 308.481 reses, marcando un golpe contundente a la industria ganadera.

La producción lechera sufre una dramática reducción a nivel nacional, con una pérdida diaria de más de 1.800.000 litros de leche, equivalente a $2.351 millones. Además, más de 113.000 predios resultan afectados y más de 2.500.000 hectáreas dañadas, con Cundinamarca y Sucre a la cabeza.

El impacto severo en la oferta alimentaria y el consiguiente estrés elevado no solo provocan la mortalidad del ganado, sino que también dan lugar a enfermedades como la anaplasmosis y tripsanosoma. Se detecta la presencia de coccidiosis en terneros y vacas adultas flacas o débiles, así como la fasciola hepática en zonas de páramo, siendo el departamento del Magdalena el más afectado con 2.957 bovinos fallecidos.

Ante esta situación, las autoridades y los ganaderos implementan medidas para contrarrestar el impacto, destacando el desplazamiento de animales hacia zonas con recursos hídricos y alimenticios más estables. A pesar de los esfuerzos, la magnitud de los daños prevé una recuperación lenta y desafiante para la zona afectada.

El llamado urgente de las comunidades afectadas y el reflejo de la crisis en la economía nacional resaltan la necesidad de estrategias de adaptación más robustas frente a eventos climáticos extremos.

La vulnerabilidad del sector agrícola a los cambios ambientales.

Foto portada: Imagen de referencia para ilustrar la noticia.

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