Crecimiento de América Latina es cada vez más lento

Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), explicó en su nuevo informe que el panorama general de la economía mundial se encuentra en “una senda de bajo crecimiento”, así mismo, expresa que, aunque la tasa de inflación tuvo bajas en países desarrollados, estos seguirán con políticas monetarias contractivas.

El estudio prevé que la región latinoamericana mantendrá niveles bajos de crecimiento, afectado en parte por el panorama económico mundial que en palabras de la entidad es “complejo”.

En cuanto a la deuda, aunque se destaca que la región ha contribuido de manera importante en reducirla, esta todavía se encuentra en niveles insostenibles respecto al PIB, lo que llevará aún “limitado espacio fiscal” para toda la región.

La CEPAL proyecta que todas en términos subregionales, América del Sur crecería un 1,2% (3,7% en 2022), el grupo conformado por Centroamérica y México un 3,0% (3,4% en 2022), y el Caribe (sin incluir Guyana) un 4,2% (6,3% en 2022).

Las proyecciones son desalentadoras, pues se mantendría un bajo dinamismo regional, aunado a un contexto internacional con crecimiento y comercio por debajo de los promedios históricos registrados hasta el momento.

En cuanto al empleo, la comisión explica que la desaceleración del empleo sería un factor importante a tener en cuenta para 2024, ya que se estima que crezca en 1.1%, a diferencia del presente año en el que crece a 1.9%.

Uno de los llamados de atención está relacionado con el cambio climático, en el documento se analiza el impacto de la “agudización de choques climáticos” si los Estados no están dispuestos a invertir en energías limpias y estrategias de mitigación del cambio climático, y se concluye en que los declives económicos serían inevitables si las inversiones no se hacen a tiempo y en toda la región, pues Latinoamérica es particularmente vulnerable a los impactos macroeconómicos derivados de este fenómeno.

En conclusión, el documento advierte que los retos se avecinan y solamente los esfuerzos conjuntos tanto regionales como mundiales lograrán contrarrestar las afectaciones macroeconómicas y los riesgos cambiarios y financieros derivados de este contexto económicamente desfavorable.