En un emotivo y comprometido gesto por el planeta, Empresas Públicas de Zipaquirá (EPZ) y estudiantes de la Institución Educativa Municipal Guillermo Quevedo Zornoza se unieron para realizar una significativa jornada ecológica de limpieza y siembra de árboles en la quebrada El Amoladero, una de las fuentes hídricas más emblemáticas del municipio.
La actividad, realizada en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, movilizó a decenas de jóvenes quienes se convirtieron en verdaderos guardianes de la naturaleza. Con entusiasmo y sentido de pertenencia, recogieron una gran cantidad de residuos sólidos, liberando al entorno de plásticos, vidrios, latas y otros desechos contaminantes. Pero la jornada no terminó allí: también sembraron árboles nativos que ahora simbolizan esperanza, vida y futuro para la comunidad zipaquireña.
Una jornada verde que inspira
“Fue una experiencia inolvidable. No solo ayudamos al medio ambiente, sino que aprendimos a valorar lo que tenemos”, comentó una estudiante participante del colegio Quevedo Zornoza. Como ella, muchos jóvenes demostraron que la conciencia ambiental comienza desde las aulas y se proyecta en acciones reales y transformadoras.
Por su parte, el gerente general de EPZ, Francisco León Quintana destacó el compromiso de los estudiantes y reafirmó el irrestricto respaldo institucional con el cuidado de los ecosistemas en el municipio. “Proteger nuestros recursos hídricos no es solo una obligación, es una responsabilidad compartida. Y cuando los jóvenes se suman, el impacto es aún mayor”, afirmó.
El Amoladero: un pulmón natural que debemos preservar
La quebrada El Amoladero no solo es un cuerpo de agua, es también un ecosistema vital para la biodiversidad de Zipaquirá. Con jornadas como esta, se fortalece la cultura del cuidado ambiental y se promueve el respeto por los espacios naturales del territorio.
Cuidar el planeta es tarea de todos
La jornada no solo dejó árboles sembrados y residuos recogidos, sino también un mensaje poderoso: el cambio empieza por cada uno de nosotros. Acciones como esta tienen un impacto global, especialmente cuando se involucra a las nuevas generaciones.
Zipaquirá sigue dando ejemplo con sus iniciativas ecológicas, y esta actividad demuestra que la educación ambiental y la acción comunitaria pueden ir de la mano para construir un futuro más sostenible.
Proteger nuestros recursos hídricos no es solo una
obligación, es una responsabilidad compartida”:
Francisco León, gerente de EPZ.