Ventajas y desventajas de operar con CFDs frente a la inversión tradicional

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Si bien los Contratos por Diferencia (CFDs) y la inversión tradicional en activos se mantienen como dos de las opciones más solicitadas entre quienes hacen vida activa en los mercados financieros, cada una tiene sus propias características y riesgos.  

Aunque muchos recomiendan esperar para comenzar a operar con CFDs, la realidad es que todo depende del perfil del inversor, su capital y objetivos. Esto se debe a que, normalmente, la inversión tradicional en acciones suele ser la más adecuada para aquellos que prefieren la propiedad directa de los activos. Por ello, conviene comparar ambas formas de operar antes de tomar la decisión final.

¿Qué son los contratos por diferencia y cómo funcionan?

Básicamente, el trading por diferencia consiste en la posibilidad de especular respecto a las fluctuaciones del precio de un activo, sin necesidad de comprar o vender.

Su nombre obedece a la forma en la que funciona, ya que el inversor no posee el activo, pues las ganancias provienen de la diferencia entre el precio de apertura y el del cierre del contrato pautado con la parte compradora.

Este tipo de trading brinda la posibilidad de operar grandes volúmenes, sin necesidad de invertir demasiado, lo cual obedece al hecho de que el bróker ofrece el capital adicional de acuerdo a la ratio de apalancamiento que mejor se ajuste al perfil del inversor.

Pros del trading de CFD

  • Apalancamiento: los traders tienen la oportunidad de controlar posiciones de mayor tamaño sin una inversión inicial significativa.
  • Diversificación: con una misma cuenta, es posible acceder a diferentes clases de activos y mercados globales. De esta manera, las opciones van desde acciones, divisas e índices hasta materias primas y criptomonedas.
  • Flexibilidad para operar en corto y en largo: la posibilidad de obtener beneficios tanto de los mercados alcistas como de los bajistas es otra ventaja innegable del trading de CFD, sobre todo en mercados volátiles o con tendencia a la baja.
  • Menores costos de transacciones: los CFDs minimizan los costos en comparación con la inversión tradicional. Esto se debe a que, normalmente, se eliminan las comisiones de corretaje por operación, pues las ganancias del bróker provienen del spread. Asimismo, en algunos casos las operaciones están exentas de los clásicos impuestos aplicables.

Contras del trading de CFD:

  • Riesgo: si bien el apalancamiento se presenta como una ventaja potencial al magnificar las ganancias, también expone a los traders a pérdidas sustanciales y rápidas si no saben gestionar correctamente el riesgo.
  • Propiedad: en este tipo de trading, los inversores no poseen el activo subyacente y, por consecuencia, carecen de los derechos vinculados a la posición de acciones.
  • Costos de mantenimiento: normalmente, mantener abiertas las posiciones de CFDs durante la noche implica el pago de una tarifa de financiación nocturna, la cual puede acumularse al punto de comprometer la rentabilidad.
  • Orientación a corto plazo: el apalancamiento y los costos de mantenimiento convierten a los CFDs en el tipo de trading ideal para los traders que pretenden obtener beneficios a corto y medio plazo.
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¿Qué es el trading tradicional y cómo funciona?

En líneas generales, este trading consiste en la compra y venta de activos financieros entre los que se incluyen acciones, materias primas y divisas. A diferencia del trading de CFD, es un proceso manual que carece de apalancamiento.

De esta forma, los traders eligen el activo en el que desean invertir, teniendo en cuenta los indicadores económicos, datos de marcado y otros factores de interés. Considerando que se obtiene la propiedad exclusiva de los activos, los inversores asumen los riesgos vinculados a las fluctuaciones del mercado.

Pros del trading tradicional:

  • Propiedad: es posible disfrutar de los bonos, dividendos y otros beneficios que se derivan de los derechos de propiedad de los activos.
  • Variedad de activos: de la misma forma que sucede en el trading de CFDs, se tiene a disposición una amplia gama de instrumentos de inversión.
  • Acceso a una bolsa: Algunos traders, especialmente los más experimentados o los institucionales, suelen preferir invertir directamente en una bolsa cuando operan y por eso prefieren el trading tradicional.
  • Sin fechas de vencimiento: la ausencia de contratos se traduce en mayor flexibilidad al momento de decidir, ya que no existe una fecha límite.

Contras del trading tradicional:

  • Mayor capital: en comparación con el trading de CFD, el modelo tradicional requiere de una gran inversión inicial.
  • Trading lento: el proceso no se realiza de forma automática. La entrega física del activo implica la liquidación y su transferencia, por lo que la velocidad de la ejecución se ve disminuida.

CFDs o inversión tradicional: ¿cuál es el mejor?

Teniendo en cuenta los pros y contras de cada uno, la decisión depende del inversor, de cuánto esté dispuesto a arriesgar, el capital disponible y el horizonte de inversión.

Indudablemente, el trading de CFDs es mucho más arriesgado respecto a la inversión tradicional. Sin embargo, se vuelve adecuado cuando el objetivo es sacar el máximo provecho de la volatilidad de algunos mercados, especialmente en inversiones a corto plazo.

Por otro lado, las inversiones tradicionales suelen ser las más adecuadas desde una perspectiva a largo plazo y que prefieren la propiedad directa de sus activos.

Sin duda, sea cual sea la elección, lo más adecuado será la investigación de los mercados financieros donde se va a operar y evaluar a mayor profundidad y con detalle todos los riesgos de cada uno de los instrumentos antes de tomar una decisión de inversión.