
La histórica Parroquia Santa Lucía, de Chía (Cundinamarca), ha sido declarada Templo Jubilar para el Año Santo 2025, un reconocimiento que la convierte en un destino especial de peregrinación y renovación espiritual. Con este nombramiento, los fieles que visiten el templo podrán obtener la indulgencia plenaria, un regalo de gracia para quienes buscan reconciliación y fortaleza en su fe. Además, este acontecimiento no solo impacta a la comunidad católica, sino que también genera respeto e interés entre otras tradiciones religiosas y personas de buena voluntad que ven en este tiempo una oportunidad de reflexión y encuentro.
Parroquia Santa Lucía de Chía: Templo Jubilar 2025
Ubicada en la “ciudad de la Luna”, la Parroquia Santa Lucía tiene raíces que se remontan al siglo XVI, cuando los primeros evangelizadores consagraron el territorio a la Virgen María y a Santa Lucía, una mártir cristiana símbolo de luz y perseverancia.
Desde entonces, su arquitectura y su espíritu han sido testigos de la transformación de una comunidad que hoy encuentra en este templo un refugio para el alma.
Su imponente fachada republicana y su interior cargado de simbolismo —con columnas que representan a los apóstoles y evangelistas, imágenes sagradas y vitrales que filtran la luz como un recordatorio divino— hacen de este lugar un espacio donde la fe cobra vida.
El significado del Jubileo 2025:
El Jubileo es un acontecimiento que la Iglesia Católica celebra cada 25 años, un tiempo de gracia y conversión en el que los fieles pueden recibir el perdón pleno de sus pecados. Como parte de esta tradición, la Santa Sede ha designado templos jubilares en distintas partes del mundo, y este año, la Parroquia Santa Lucía de Chía es una de ellas.
Para vivir plenamente este tiempo especial, los peregrinos podrán acceder a la indulgencia plenaria cumpliendo con ciertos requisitos espirituales: confesión sacramental, participación en la Eucaristía, oración por las intenciones del Papa y la realización de una obra de misericordia o un acto de caridad.
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En este 2025, la invitación es a cruzar sus puertas con el corazón dispuesto, a hacer de esta peregrinación un encuentro con la misericordia y a descubrir, en la historia de este templo, un legado que sigue iluminando el presente.
Con este nombramiento, los fieles que visiten el templo podrán obtener la indulgencia plenaria, un regalo de gracia para quienes buscan reconciliación y fortaleza en su fe.