¿Otro Chingaza? Tibitoc en Cundinamarca podría garantizar el agua para más de la mitad de Bogotá

El reciente levantamiento del racionamiento de agua en Bogotá dejó en el aire preguntas que aún no tienen respuestas sencillas. ¿Cómo garantizar que no se repita una situación similar? ¿Hay fuentes alternas que puedan responder a la demanda futura? En ese contexto, vuelve al centro del debate la planta de tratamiento de agua Tibitoc, en Tocancipá (Cundinamarca) un sistema que por años fue complementario, pero que hoy se proyecta como un actor principal. Las obras y decisiones institucionales que vienen en camino marcarán el rumbo del abastecimiento en la capital.
Con un sistema hídrico presionado por el crecimiento urbano, la gestión del agua en Bogotá entra en una nueva fase. La gerente del Acueducto, Natasha Avendaño, anunció que la planta Tibitoc podría asumir hasta el 60% del abastecimiento de agua para la capital, siempre y cuando se completen las obras actuales y prospere el aumento en la concesión de uso de agua solicitado ante la CAR Cundinamarca. Hoy, Tibitoc ya representa el 50% del suministro, muy cerca de igualar a Chingaza, que históricamente ha sido la principal fuente.
La clave para esta transición no será solo técnica. Desde octubre de 2024, el Distrito trabaja en una estrategia de seguridad hídrica con apoyo internacional, que incluye agencias de cooperación y entidades multilaterales. Hace pocas semanas se entregaron los primeros resultados: pilares para diseñar un modelo que asegure sostenibilidad, respuesta ante emergencias y una mayor autonomía del sistema.
Otro frente que antes se daba por descartado vuelve a la mesa: el de las aguas subterráneas. Gracias a una alianza con cooperación internacional, se está evaluando si estas podrían ser una fuente complementaria. El estudio, que tomará entre año y medio y dos años, tendrá un costo cercano a los 1,5 millones de dólares y será clave para tomar decisiones a largo plazo.
En cuanto al levantamiento del racionamiento, Avendaño fue clara: se hizo con evidencia técnica. Actualmente, el sistema presenta 36 millones de metros cúbicos por encima de la curva guía en el embalse de Chuza y nueve millones adicionales en el sistema conjunto. Esta diferencia confirma que la medida surtió efecto, pero también deja claro que la ciudad no puede bajar la guardia.
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En ese contexto, vuelve al centro del debate la planta de tratamiento de agua Tibitoc, en Tocancipá (Cundinamarca) un sistema que por años fue complementario, pero que hoy se proyecta como un actor principal.