
Durante décadas, el municipio de Soacha (Cundinamarca) ha sido una de las zonas más densamente pobladas del país, pero también una de las más relegadas en materia de acceso a la educación superior pública. La ausencia de una universidad en su territorio ha limitado las oportunidades de miles de jóvenes. A esta realidad se suma el crecimiento sostenido de la población juvenil y la presión social por una oferta académica cercana y asequible. Hoy, ese panorama empieza a cambiar con una decisión de alto impacto del Gobierno Nacional.
El Ministerio de Educación Nacional firmó un convenio que transfiere a la Universidad de Cundinamarca un predio que estaba bajo la administración de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), para la construcción de la primera sede universitaria pública de Soacha. El terreno, antes abandonado, será el punto de partida de un proyecto que busca cerrar brechas históricas y ampliar el acceso a la educación superior en una de las localidades más excluidas del país.
Esta iniciativa fue concebida en 2022, cuando el actual ministro de Educación, Daniel Rojas, lideraba la SAE. Desde entonces, Rojas ha insistido en poner al servicio de la educación los bienes del Estado. «Hoy, desde el Ministerio, le damos forma a esa visión con la que buscamos beneficiar a más de 2.160 estudiantes en áreas claves», afirmó. La nueva sede contará con programas en Robótica, Energías Renovables, Estadística, Ciencia de Datos, Matemáticas e Inteligencia Artificial.
El campus tendrá capacidad para mil estudiantes por jornada, distribuidos en una edificación de hasta seis pisos con aulas, laboratorios, biblioteca, zonas deportivas y espacios de bienestar. La inversión total supera los 80 mil millones de pesos, e incluye estudios técnicos, obra civil, dotación e interventoría. Ya se ejecutan 1.685 millones para los estudios y diseños, etapa que tiene un plazo de nueve meses.
El proyecto avanza en tres fases: adquisición del predio, estudios y diseños, y construcción. Forma parte del Plan Nacional de Desarrollo “Colombia Potencia Mundial de la Vida” y responde a una necesidad concreta: ofrecer educación superior pública, gratuita y de calidad a jóvenes que históricamente han tenido que migrar o renunciar a estudiar por falta de oferta local.
El terreno, antes abandonado, será el punto de partida de un proyecto que busca cerrar brechas históricas y ampliar el acceso a la educación superior en una de las localidades más excluidas del país.
Foto portada y otras: Imágenes de referencia en cuanto a la noticia. Tomadas del MinEducación.