Ante montañas en llamas o accidentes que sacuden a Cundinamarca, el capitán Álvaro Eduardo Farfán Vargas, delegado departamental del Cuerpo de Bomberos, está siempre presente. Nacido en Bogotá D.C. hace 50 años, Farfán, el mayor de tres hermanos, terminó su bachillerato en la institución educativa Aurelio Martínez Mutis a los 17 años, soñando con una carrera de servicio.
Tras su graduación, Farfán ingresó a la Escuela de Policía, pero un día, al pasar por la Universidad Santo Tomás, decidió estudiar Psicología. “El que no vive para servir, no sirve para vivir”, reza una frase del escritor indio Rabindranath Tagore que nos muestra la importancia de la solidaridad, una filosofía que Farfán ha adoptado a lo largo de su vida.
Su primer contacto con los bomberos fue en 1994, gracias a Griselda García, una bombera mayor que despertó su pasión por esta profesión. A los 19 años, Farfán comenzó como voluntario en varias estaciones de bomberos en Bogotá, iniciando así una carrera llena de dedicación y sacrificio.
Desde entonces, Farfán ha sido parte de los bomberos de Mosquera, Funza, La Mesa y Tabio. Hoy, como delegado departamental, lidera a más de 1.500 hombres y mujeres bomberos en Cundinamarca, siendo responsable de las operaciones en emergencias de gran magnitud. A lo largo de su carrera, cada tragedia ha dejado una marca indeleble en su vida.
Pero Farfán no solo enfrenta emergencias; también tiene una faceta artística poco conocida. En su tiempo libre, se dedica a restaurar imágenes religiosas y pintar grandes murales. Esta pasión por el arte le permite desconectar de la rutina diaria y encontrar un equilibrio entre su arduo trabajo y su vida personal.
El capitán Farfán es un hombre de múltiples talentos y una vocación estática. Su dedicación al servicio y su habilidad artística reflejan un alma celestial y un compromiso profundo con la comunidad.
“El que no vive para servir, no sirve para vivir”, reza una frase del escritor indio Rabindranath Tagore que nos muestra la importancia de la solidaridad, una filosofía que Farfán ha adoptado a lo largo de su vida.