Ya sea un resfriado, un accidente leve o una afección más seria, saber cómo actuar es fundamental para recibir atención rápida y efectiva. Contar con un seguro de viaje marca la diferencia entre una solución inmediata y una experiencia caótica, costosa o incluso peligrosa.
Paso 1: conservar la calma y evaluar la situación
Ante cualquier malestar o accidente, lo primero es mantener la calma. Evalúa si se trata de una urgencia que requiere atención inmediata o si es algo que puede resolverse en unas horas. Esto te ayudará a decidir si necesitas llamar directamente a emergencias o contactar primero a tu aseguradora. En algunos casos, el simple acceso a orientación telefónica puede evitar visitas innecesarias a centros médicos y ahorrar tiempo valioso.
Paso 2: comunicarte con tu cobertura
La mayoría de los seguros ofrecen una línea de asistencia internacional 24/7. Es fundamental tener a mano tu número de póliza y los datos de contacto. Al llamar, recibirás orientación sobre cómo proceder, qué centro médico acudir según la red de prestadores y qué documentación presentar. Algunos seguros incluso coordinan el traslado o envío de médico al hotel. También pueden ofrecer traducción en caso de que necesites comunicarte con personal de salud que no hable español.
Paso 3: seguir las instrucciones de la asistencia
No te automediques ni acudas por tu cuenta a cualquier hospital, ya que eso podría complicar el reembolso o el reconocimiento del gasto. Seguir el protocolo del seguro garantiza que la atención quede registrada y cubierta según los términos de tu plan. Algunas aseguradoras incluso tienen convenios con hospitales donde el viajero no tiene que pagar nada en el momento.
Paso 4: guardar toda la documentación
Solicitá siempre facturas, diagnósticos médicos, recetas y certificados de atención. Estos documentos serán necesarios si el seguro necesita verificación posterior o si el proceso implica reembolsos. Algunos seguros ofrecen apps donde se puede cargar todo digitalmente para facilitar la gestión. No olvides anotar nombres de médicos, fechas y cualquier instrucción que te den.
Paso 5: seguimiento post consulta
Si la atención requiere controles posteriores, el seguro también puede ayudarte a coordinar nuevas citas, estudios complementarios o incluso una repatriación sanitaria si fuera necesario. Es importante no desestimar síntomas persistentes y mantener el contacto con la aseguradora. Este seguimiento puede incluir consultas por telemedicina o evaluaciones remotas.
Ventajas de contar con asistencia en viajes
- Red internacional de prestadores certificados.
- Asistencia en tu idioma.
- Cobertura médica sin pagos anticipados en muchos casos.
- Coordinación logística de traslados o internaciones.
- Apoyo legal y administrativo según el país.
- Orientación las 24 horas, todos los días.
Estar lejos de casa no debería significar estar desprotegido. Tener un seguro de viaje y conocer los pasos adecuados para actuar ante una situación de salud es clave para viajar con tranquilidad, sabiendo que hay respaldo en cualquier parte del mundo. Esta preparación no solo protege tu bienestar, sino que también te permite enfocarte en disfrutar del viaje sin distracciones ni preocupaciones innecesarias.