Los bomberos de Colombia están con el ‘Cristo’ de espaldas, mientras los montes arden como el infierno
Este año se ha caracterizado por altas temperaturas, la escasez de agua y los incendios forestales que han consumido vastas hectáreas en diferentes regiones del país. Estos eventos han puesto en evidencia la vulnerabilidad en la que vivimos y la falta de apoyo a los cuerpos de socorro, especialmente a los bomberos, quienes, como primeros respondientes, enfrentan tanto los embates de la naturaleza como la insensibilidad de los gobiernos, responsables de preservar la vida, las fuentes hídricas y la naturaleza.
Resulta increíble que, al acercarnos a finalizar la primera cuarta parte del siglo XXI, los bomberos no cuenten con las herramientas adecuadas para combatir las inmensas conflagraciones. En muchos casos, se ven obligados a utilizar métodos rudimentarios como canecas, baldes, totumas, palos y machetes. De no ser por la fe y la pasión que tienen por su labor de salvar vidas y proteger la naturaleza, ¿cómo sería la ya grave situación que enfrentamos?
Es cierto que, en medio de estas emergencias, la prevención es clave y esos elementos rudimentarios pueden ser útiles. Sin embargo, no debemos ignorar la responsabilidad de los gobiernos, quienes están obligados a proporcionar las herramientas necesarias para enfrentar estas crisis.
¿Qué ocurre con la tasa bomberil y las leyes, ordenanzas y acuerdos aprobados por los llamados ‘padres de la patria’? Nos encontramos en grave peligro ante posibles emergencias, como incendios, inundaciones o terremotos, donde los más afectados son los más pobres y olvidados por los gobiernos.
Los bomberos no deberían rogar para firmar convenios, cuando su trabajo de prevención y atención de emergencias es impostergable. Es una necesidad vital que los socorristas reciban suficientes recursos para suplir sus deficiencias. Además, deberían percibir salarios dignos, al menos equiparables a los de otros profesionales, ya que no solo son expertos en su labor, sino que enfrentan un riesgo constante a sus vidas.
A comienzos de este año, los bomberos, nuevamente, carecieron de los equipos necesarios para enfrentar las emergencias. Lo más insólito es que, como denunció el Capitán Álvaro Eduardo Farfán Vargas, delegado de Bomberos Cundinamarca, equipos especializados adquiridos en marzo bajo urgencia manifiesta se encuentran almacenados en bodegas de la Dirección Nacional de Bomberos de Colombia, a cargo del Ministerio del Interior, sin ser utilizados.
El 31 de enero, los bomberos convocaron un ‘Sirenazo Nacional’ para reclamar por su dignificación, la protección del medio ambiente y por mejores condiciones laborales. Sin embargo, el entonces ministro del Interior, Luis Fernando Velasco Chaves, evitó la protesta convocando a reuniones con los delegados de bomberos, prometiendo solucionar las problemáticas expuestas, entre ellas, la deuda de más de $342 mil millones que el gobierno le debe a estos cuerpos de socorro. Velasco Chaves se comprometió a asignar inicialmente $70 mil millones, considerando los demás pagos más adelante en un ‘tiempo razonable’, pero salió del Ministerio y fue reemplazado por Juan Fernando Cristo Bustos, y hasta la fecha no ha habido avances, lo que ha generado una creciente preocupación entre los bomberos.
El 24 de julio, en Santa Marta, los delegados de los Cuerpos de Bomberos redactaron una carta dirigida al presidente Gustavo Petro Urrego, recordándole los compromisos adquiridos en enero y solicitando acciones inmediatas para resolver esta crisis. Aún no se sabe si el presidente ha recibido esa carta, ni si está al tanto de los equipos embodegados que se están desperdiciando, ya que tampoco ha habido respuesta del nuevo ministro Cristo Bustos.
Mientras tanto, los bomberos continúan arriesgando sus vidas para controlar los incendios forestales que siguen devastando diferentes regiones del país. El Capitán Farfán Vargas, a través de sus redes sociales, ha insistido al ministro Cristo que, “no es coherente que, en medio de la emergencia por incendios forestales, equipos y herramientas adquiridos con recursos públicos sigan guardados en una bodega”. Literalmente, los bomberos de Colombia están con el ‘Cristo’ de espaldas, mientras los montes arden como el infierno.
Es importante reconocer el apoyo que han recibido los bomberos por parte de otros cuerpos de socorro como la Cruz Roja, la Defensa Civil, la Policía Nacional, el Ejército, bomberos aeronáuticos, ambientalistas y ciudadanos comunes. Sin embargo, esto es solo un pequeño consuelo ante la injusticia que sufren los bomberos en Colombia.
Juan Fernando: ¡Por Cristo bendito, sáquenos de este infierno!
Foto portada: Imagen de referencia.
*Opinión.