Firmas a la orden reflexiones y alegrias
Opinión

Firmas a la orden, reflexiones y alegrías

 

En el proceso electoral que se inició y culminará el 27 de octubre del presente año, bajo el amparo constitucional y legal que no es nada diferente que la expresión de la soberanía popular, curiosamente tenemos que acudir a la misma, para que, a través de firmas de los partícipes del censo electoral de la ciudad, se legitime o posibilite la expresión de los movimientos sociales políticos y sus candidatos, con el apoyo del 20% de las firmas que componen dicho censo, es decir, vaya pregúntele  a la democracia por la democracia.

 

Aceptado lo anterior, quien escribe itera y denota la profunda crisis de la institucionalidad política colombiana reflejada en sus partidos políticos, quienes con sus acciones u omisiones, olvidaron el debate político e ideológico, omiten la razón de ser de las propuestas de gobierno para ir tras la búsqueda del desarrollo y la calidad de vida de nuestros compatriotas, pasando rápidamente a los partidos “cómplices” en los desmanes con lo público y peor aún, polarizando a la nación frente a los campos esenciales de la vida nacional. Esta polarización se agrava con el auge de las redes sociales, en la mayoría de las veces mal utilizadas o indebidamente usadas, que no son cosa distinta que falsas noticias, noticias mentirosas o el parapeto indispensable para esconder las verdaderas intenciones de aquellos que en estos medios se desplazan evitando dejar huella.

 

Qué bueno sería volver al carácter, discutir cara a cara, respetar las ideas, defender los valores fundamentales de la sociedad como la honradez, el criterio, el valor civil, la propiedad sin que ello o estos temas se tornen ridículos o de poca monta a juicio de algunos noveles políticos caracterizados por un mar de conocimientos con un escaso centímetro de profundidad.

 

En la Casa en Orden superamos las anteriores circunstancias, porque actuamos amparados en el principio de la verdad sabida, buena fe guardada; con la convicción y vocación de servicio necesaria a la complejidad de la ciudad; actuamos en el día a día con el propósito de educar y formar las nuevas generaciones de zipaquireños y porque es nuestro propósito en las próximas justas electorales, sostener los debates de todo orden, siempre que haya contenido en los mismos y respeto por las ideas y las personas.

 

No obstante, la tarea de lograr apoyos (más de veinte mil firmas) como lo señala la norma electoral, en verdad es un nuevo curso para la expresión ciudadana. La primera reacción ante la solicitud de la firma, lamentablemente denota el desprestigio del político; la identidad de éste con la mentira y el delito; el ciudadano pretende explicar o justificar la falta de oportunidades, empleo, salud etc., con el robo del presupuesto e impunidad para los políticos y de paso, se tilda al político de ignorante, avivato, mentiroso y los demás epítetos que usted amable lector le quiera adicionar en la certeza que no serán pocos. El segundo paso para obtener el apoyo, es justamente desmarcarse de la tradicionalidad política y en escasos segundos, presentar el candidato y su propuesta novedosa, lo cual exige creatividad, capacidad e inteligencia; con éste fin y el de derogar en el presunto votante el pesimismo, aminorar su desagrado por la política como él la entiende, controvertir la noticia falsa que recibió en las redes sociales y curiosamente, como tercer paso, capitalizarle la mínima expresión de fe y esperanza en el futuro de nuestro terruño.

 

En buena hora la construcción colectiva de nuestra propuesta de gobierno ‘LA CASA EN ORDEN’, se sintoniza con la fe y esperanza de miles de Zipaquireños, hastiados de los mismos y con las mismas, lo que nos permitió en menos de tres semanas, haber obtenido más del cincuenta por ciento de las firmas requeridas y continuar para completar las veinte mil en las tres o cuatro semanas venideras. Esta tarea indeclinable nos ofrece la confianza de estar haciendo las cosas como deben ser, con respeto, conocimiento, prudencia, administrando los fondos de una campaña, caracterizada por el aporte de dinero de los ciudadanos, estudiando, debatiendo con la comunidad que pretende que se le diga solo lo que quiere escuchar, para no confrontar.

 

Así entonces, le pregunté a la democracia como ve la naciente democracia y me contesto: Usted lo sabe, la democracia no es la única y mejor forma de gobierno, pero no hay mejor, porque es y debe ser la expresión libre del ciudadano y añadió, ojo, la expresión de la soberanía popular, entendida para darse sus propios gobernantes.

 

GRACIAS ZIPAQUIRA, continuamos por ese número importante de apoyos que nos permitan participar en las elecciones de octubre con los demócratas de la ciudad de la sal.

Extrategia Medios
Equipo de redacción de Extrategia Medios

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