“El agua no nace en el tubo, sino en los ecosistemas estratégicos”: Alfred Ballesteros

En medio de una crisis hídrica sin precedentes, el director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), Alfred Ignacio Ballesteros Alarcón, ha hecho un llamado urgente a las Empresas de Servicios Públicos Municipales para que activen planes de contingencia y busquen soluciones efectivas que vayan más allá de las restricciones al consumo de agua. Este mensaje llega en un momento crítico, ya que los embalses del centro del país, especialmente el Sistema Agregado Norte, han registrado una disminución alarmante de 85 millones de metros cúbicos entre enero de 2024 y enero de 2025.
El descenso sostenido de los niveles de los embalses ha encendido las alarmas en Cundinamarca y sus alrededores. Según Ballesteros Alarcón, no se trata de imponer medidas restrictivas más severas o aumentar la frecuencia del racionamiento, sino de implementar soluciones estructurales que garanticen el derecho fundamental al agua para todos los ciudadanos.
“Es nuestra responsabilidad pedirles a las empresas de servicios públicos que anticipen lo que podría ocurrir en el segundo semestre de 2025 si no se registran precipitaciones significativas y si los embalses no recuperan adecuadamente su capacidad”, afirmó el director de la CAR. Además, destacó que estas empresas tienen la obligación de contar con sistemas alternativos de abastecimiento de agua potable, ya que el agua es un derecho fundamental por el cual cobran y, por tanto, deben garantizar su suministro de manera permanente.
Alfred Ignacio Ballesteros Alarcón, director de la CAR Cundinamarca.
Ante esta emergencia, la Gobernación de Cundinamarca, en colaboración con la CAR, ya ha puesto en marcha varios proyectos para enfrentar la crisis de desabastecimiento hídrico. Entre las iniciativas más destacadas se encuentran:
- Ampliación del vaso del embalse del Neusa: Una obra crucial para aumentar la capacidad de almacenamiento de agua.
- Aprovechamiento de aguas subterráneas: Una alternativa sostenible para diversificar las fuentes de suministro.
- Sistemas de recolección y cosecha de agua: Tecnologías innovadoras que permiten captar y almacenar agua de lluvia.
- Restauración ecosistémica y protección de páramos: Inversiones significativas en la compra de predios en áreas de recarga hídrica, en colaboración con las comunidades locales.
Ballesteros Alarcón enfatizó que, “el agua no nace en el tubo”, sino en los ecosistemas estratégicos. Por ello, las empresas prestadoras de servicios tienen el deber de invertir en la protección y recuperación de estos ecosistemas para garantizar la seguridad hídrica a largo plazo.
El director de la CAR hizo un llamado contundente a la acción, recordando que la crisis hídrica no es un problema aislado, sino una realidad que requiere la participación activa de todos los actores involucrados. “Entendamos que el agua es un recurso finito y que su disponibilidad depende de cómo cuidemos nuestros ecosistemas. Las empresas de servicios públicos no pueden limitarse a cobrar por el servicio; deben garantizar su suministro de manera permanente y sostenible”, concluyó Ballesteros Alarcón.
El mensaje es claro: el agua es vida, y su cuidado es responsabilidad de todos. Las empresas de servicios públicos, las autoridades y la comunidad deben trabajar juntas para asegurar un futuro con agua para las generaciones venideras.
Represa del Neusa.
Entendamos que el agua es un recurso finito y que su disponibilidad depende de cómo cuidemos nuestros ecosistemas.