En la majestuosa Catedral Diocesana de Zipaquirá, el pasado jueves 19 de septiembre, la emoción se palpaba en el aire. Estudiantes del GIMNASIO SANTA SOFÍA, acompañados por sus familiares y la comunidad educativa, esperaban con reverencia el momento de recibir el Sacramento de la Confirmación. No era solo una ceremonia más, sino un paso crucial en la vida espiritual de estos jóvenes, una reafirmación de los valores que guiarán su caminar en la fe.
La tarde avanzaba bajo un cielo plácido, como si la naturaleza misma quisiera ser testigo de un momento tan solemne. Dentro de la catedral, los murmullos de los presentes cesaron en el instante en que Monseñor Héctor Cubillos Peña, Obispo de la Diócesis de Zipaquirá, comenzó a presidir la ceremonia. La atmósfera, cargada de espiritualidad, invitaba a la reflexión. Los jóvenes, expectantes y nerviosos, escuchaban con atención las palabras del obispo, quien, con sabiduría y aliento, les recordó la importancia de la Confirmación: no solo como un rito de la Iglesia, sino como un acto de renovación de la fe y compromiso con sus valores.
El rostro de los estudiantes reflejaba una mezcla de emoción y responsabilidad. Sabían que este era un momento muy importante en sus vidas, un paso hacia la madurez espiritual. La Confirmación no solo los acercaba más a la Iglesia, sino que los fortalecía en su camino de fe. En ese preciso momento, cada uno de ellos asumía la promesa de vivir conforme a los principios que, desde su niñez, les han inculcado tanto en el colegio como en sus hogares.
La presencia de los directivos, docentes y padres de familia del GIMNASIO SANTA SOFÍA otorgaba un sentido aún más profundo a la jornada. No era solo el compromiso individual de los confirmados, sino el respaldo de una comunidad entera, comprometida con su formación moral y espiritual. Este momento reflejaba el esfuerzo colectivo de años dedicados a cultivar en los estudiantes una fe sólida, una brújula interna que les permitirá enfrentar los desafíos del futuro.
Cuando Monseñor Cubillos Peña, uno a uno, les impuso las manos y los ungió con el aceite crismal, la solemnidad del acto dejó una marca indeleble en el corazón de cada joven. La Catedral Diocesana, con su imponente estructura y su silencio sagrado, fue testigo de esta renovación espiritual. Los ojos de los familiares se humedecían al ver a sus hijos asumir un compromiso tan significativo, sabiendo que este momento quedaría grabado en sus memorias.
El GIMNASIO SANTA SOFÍA, fiel a su misión de educación integral, ha hecho de estas experiencias una parte fundamental de su enseñanza. Antes de concluir la ceremonia, el rector y cofundador del GIMNASIO SANTA SOFÍA, Licenciado Edisson Javier Pérez Franco, tomó la palabra a nombre de los directivos de la Institución para expresar su agradecimiento a todos los presentes por su participación. Con unas emotivas palabras, destacó que, «la Confirmación no es solo un rito religioso, sino un momento crucial en la vida de los estudiantes, un verdadero punto de inflexión». Con firmeza, reafirmó el compromiso de la institución de formar a sus alumnos más allá de lo académico, cultivando también su crecimiento moral y espiritual. «Preparamos a nuestros jóvenes para enfrentar el mundo con valores sólidos y una fe inquebrantable», concluyó.
Cuando la ceremonia llegó a su fin, un suspiro colectivo llenó el recinto. Los jóvenes abandonaron la catedral con una nueva luz en sus ojos, conscientes de que habían dado un paso trascendental en sus vidas. Para ellos, este momento no solo fue un rito, sino un compromiso profundo con sus creencias y con la comunidad que los ha visto crecer. Una tarde que, sin duda, será recordada como un paso fundamental en su camino espiritual, una jornada de fe, compromiso y esperanza para todos los presentes.
«Preparamos a nuestros jóvenes para enfrentar el mundo con valores sólidos y una fe inquebrantable,» destacó el rector Edisson Javier Pérez Franco.