Suspensión de USAID impacta la labor social de la Iglesia en Colombia
La suspensión de todos los proyectos de ayuda internacional a través de USAID, ordenada recientemente por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha tenido un impacto significativo en la Acción Social de la Iglesia Colombiana. En particular, ha afectado las iniciativas del Secretariado Nacional de Pastoral Social y de las pastorales diocesanas dirigidas a migrantes, refugiados y colombianos retornados. Esta medida deja en situación de vulnerabilidad a más de 15.000 personas en nueve jurisdicciones eclesiásticas.
El anuncio lo hizo monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, en el marco de la Asamblea de la Conferencia Episcopal Colombiana, que se lleva a cabo en Bogotá. Durante su intervención, lamentó las graves consecuencias de la decisión.
“Es muy desafortunado que esto haya sucedido, porque ya se había tomado una decisión y ahora nos corresponde suspender todos estos trabajos que veníamos realizando”, declaró el prelado.
Servicios afectados por el recorte de ayuda internacional
Según monseñor Barreto Barreto, la suspensión de los fondos impide continuar con importantes programas humanitarios, entre ellos:
- Atención socio-jurídica y psicosocial.
- Apoyo a emprendimientos y seguridad alimentaria.
- Formación y capacitación para comunidades vulnerables.
- Asistencia a migrantes y personas en tránsito.
- Soporte en salud y servicios básicos.
El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social destacó que la Iglesia colombiana ha sido históricamente un socio confiable para entidades como USAID, Naciones Unidas y la Unión Europea, gracias a su transparencia en el manejo de recursos y su compromiso con la labor humanitaria.
Yes, Mr. President! pic.twitter.com/6bzdL218k6
— Elon Musk (@elonmusk) February 7, 2025
Sin embargo, sin estos fondos, miles de personas quedarán desprotegidas. La decisión ha generado preocupación en sectores humanitarios y religiosos, que advierten sobre su grave impacto social.
Ante este panorama, la Iglesia y organizaciones de derechos humanos han hecho un llamado a las autoridades y a la comunidad internacional para buscar soluciones que permitan restablecer estos apoyos fundamentales para la población más vulnerable del país.
“Esta suspensión representa un duro golpe para comunidades en situación de vulnerabilidad, que ahora enfrentan un futuro incierto ante la falta de recursos y atención”, enfatizó monseñor Barreto Barreto.
Monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social. Conferencia Episcopal.
Sin los fondos de USAID, miles de personas pierden acceso a servicios básicos y apoyo humanitario que brinda la Iglesia.
Foto portada: Imagen de referencia.