Durante una intervención reciente, el presidente Gustavo Petro propuso una transformación en el sistema de transporte entre los municipios de la Sabana y Bogotá. Su discurso no solo enfatizó la necesidad de avanzar hacia modelos de movilidad limpia, sino que también trazó una hoja de ruta que, según él, debería comenzar a ejecutarse de inmediato. Con especial énfasis en Zipaquirá (Cundinamarca), el mandatario habló de un proyecto de tranvía que podría reducir drásticamente los tiempos de viaje hacia el centro de la ciudad.
En su planteamiento, Petro señaló que la ruta desde Zipaquirá hasta el centro de Bogotá podría pasar de durar dos horas y media a tan solo 40 minutos o una hora. La propuesta, que también busca integrar sectores como Soacha y la carrera séptima de la capital, apunta a consolidar un sistema de transporte más rápido, más digno y con menor impacto ambiental.
“El tiempo se agota”, dijo el presidente, haciendo referencia a que este año sería clave para dejar firmado el contrato que garantice la continuidad del proyecto, independientemente de los cambios de gobierno. La meta es que, al igual que sucedió con el metro elevado, este nuevo sistema quede asegurado mediante vigencias futuras.
Además del componente técnico, Petro enmarcó su discurso en una visión más amplia: la protección del territorio y la sostenibilidad ambiental. Según afirmó, los proyectos de transporte deben pensarse también como herramientas para garantizar el acceso al agua, reducir el crecimiento desordenado y asegurar una calidad de vida mínima para los millones de habitantes que residen en la región.
La idea de conectar Zipaquirá con Bogotá a través de un tranvía no es nueva, pero la insistencia del presidente en materializarla antes del final de su mandato ha reavivado el debate sobre la viabilidad, el costo y el impacto de una obra de esta magnitud. Por ahora, el proyecto no cuenta con detalles técnicos públicos ni cronogramas definidos, pero ha sido incluido en las prioridades del gobierno nacional para este último tramo del periodo presidencial.
Así, la propuesta se convierte en una declaración de intenciones que pone sobre la mesa no solo una apuesta por la infraestructura, sino también una invitación a repensar la manera en que se habita y se transita el territorio.
La idea de conectar Zipaquirá con Bogotá a través de un tranvía no es nueva, pero la insistencia del presidente en materializarla antes del final de su mandato ha reavivado el debate sobre la viabilidad, el costo y el impacto de una obra de esta magnitud.