El 25 de julio de 1819, en el actual municipio de Paipa, tuvo lugar la Batalla del Pantano de Vargas, un enfrentamiento decisivo entre el Ejército Libertador y la Tercera División realista. Este choque estratégico se inició alrededor del mediodía, intensificándose hacia las cuatro de la tarde cuando la caballería realista, compuesta por los Dragones y Húsares de Fernando VII, tomó posiciones ventajosas en los cerros del Picacho y Cangrejo. Ante esta táctica, el General Simón Bolívar, después de consultar con su Estado Mayor, decidió lanzar una audaz carga de caballería liderada por el Coronel Juan José Rondón y el Teniente Coronel Lucas Carvajal, acompañados por los valientes lanceros llaneros.
¿Quiénes fueron los lanceros que cambiaron el rumbo de la batalla?
Estos lanceros, entre los que destacaban figuras como el Capitán Julián Mellao y el Subteniente Inocencio Chincá, se enfrentaron con tal fiereza que lograron desbaratar las líneas enemigas. La batalla, marcada por la valentía y determinación de los patriotas, culminó con la retirada de las tropas realistas en medio de un fuerte aguacero y la caída de la noche.
¿Qué desafíos enfrentaron las tropas patriotas antes del combate?
El contexto previo a este combate no fue menos desafiante. Las fuerzas patriotas, en su marcha por los Andes hacia Santafé, debieron sortear condiciones climáticas adversas, con muchos soldados y caballos pereciendo en el Páramo de Pisba debido al frío y las enfermedades. Sin embargo, el apoyo de los habitantes de Socha y Gámeza fue fundamental para la continuidad de la Campaña Libertadora, la cual culminaría exitosamente el 7 de agosto de 1819 en la Batalla de Boyacá.
¿Cuál fue el papel de la caballería en la Batalla del Pantano de Vargas?
La caballería jugó un papel crucial en el Pantano de Vargas, siendo los caballos locales ofrecidos por los habitantes de la región, ya que los provenientes de los Llanos no soportaron las duras condiciones montañosas. Este enfrentamiento involucró a aproximadamente 1700 hombres del bando realista y 2400 del bando patriota, con un saldo de cerca de 800 bajas entre ambos bandos, cuyos restos reposan en fosas comunes en el lugar de la batalla.
¿Dónde se libraron los combates más intensos?
El Pantano de Vargas, con su valle de cuatro kilómetros de extensión de sur a norte y 1.5 de oriente a occidente, fue testigo de uno de los combates más sangrientos y estratégicos de la independencia. Los sitios más cruentos de la batalla fueron el Cerro del Picacho y la Garganta del Arenal, donde la carga de caballería de Rondón definió el rumbo de la lucha.
Este enfrentamiento no solo demostró el poder militar de los patriotas, sino que también fue una antesala crucial para la victoria definitiva en Boyacá, consolidando el camino hacia la independencia.
Por su relevancia, cada 25 de julio se celebra en Colombia el Día de la Caballería, en honor a aquellos valientes que contribuyeron significativamente a la libertad del país.