
Cuando se habla de destinos turísticos, muchos piensan en playas paradisiacas o ciudades cosmopolitas. Sin embargo, hay un factor que puede hacer que un lugar se quede grabado en la memoria de los viajeros: la hospitalidad de su gente. En este aspecto, Boyacá acaba de destacarse a nivel mundial. Por segundo año consecutivo, este departamento es el más acogedor de Colombia y ha sido reconocido como el tercero a nivel global en los Traveller Review Awards.
El turismo en Colombia está en auge. Según cifras del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, más de seis millones de turistas visitaron el país en 2024, reflejando un interés creciente en sus destinos culturales y naturales. Pero lo que hace que Boyacá resalte no es solo su belleza paisajística, sino la calidez con la que recibe a sus visitantes.
De acuerdo con Booking.com, este reconocimiento se debe a la calidad humana y hospitalidad de los boyacenses. Ciudades y pueblos como Villa de Leyva, Paipa, Ráquira y Duitama han consolidado su reputación como lugares donde el turista no solo encuentra bellezas arquitectónicas y naturales, sino también un servicio excepcional.
Lugares turísticos en Boyacá:
Para quienes buscan experiencias auténticas, Boyacá ofrece una combinación de historia, naturaleza y cultura. Entre sus sitios más llamativos están:
- Villa de Leyva: Con su imponente Plaza Mayor y la peculiar Casa Terracota, es un destino obligado para los amantes de la historia y la arquitectura colonial.
- Lago de Tota y Playa Blanca: Un oasis a 3.015 metros sobre el nivel del mar, con arena blanca y aguas cristalinas.
- Monguí: Considerado un «pueblo mágico», es la puerta de entrada al impresionante Páramo de Ocetá.
- Paipa y Lago Sochagota: Ideal para el descanso, con aguas termales y opciones de deportes acuáticos.
- Páramo de Ocetá: Un paisaje de frailejones y senderos que lo convierten en uno de los páramos más hermosos del mundo.
Este reconocimiento no es casualidad. Boyacá no solo conserva su legado histórico y cultural, sino que también ha sabido ofrecer una experiencia cálida y memorable a quienes lo visitan.
En un mundo donde la hospitalidad es cada vez más valorada, este departamento colombiano demuestra que la esencia de un destino está en su gente.
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