La expansión de estructuras criminales y el uso de tecnologías como drones en acciones violentas llevó a que autoridades de Colombia y Estados Unidos sostuvieran una jornada de análisis estratégico.
Allí revisaron protocolos, flujos de información y mecanismos de respuesta bilateral, reafirmando una alianza que opera desde hace décadas.
La presión de las bandas y el impacto de seguridad en Colombia
El ministro de Defensa, Pedro Arnulfo Sánchez Suárez, advirtió que el país enfrenta un escenario crítico: el 67% de los homicidios está vinculado a disputas entre bandas criminales y el 42% de las armas ilegales incautadas provienen del extranjero, principalmente de Estados Unidos.
Este panorama, señaló, obliga a fortalecer capacidades operativas y ampliar la cooperación internacional.
Durante la jornada, Sánchez reveló que las organizaciones delictivas han incrementado el uso de drones para ataques, dejando un saldo de 150 uniformados muertos y más de 400 heridos en los últimos años.
“La amenaza continúa y exige que estemos cada vez más fuertes”, afirmó el ministro.
EE. UU. reafirma apoyo técnico y acompañamiento
La reunión, coordinada entre el Ministerio de Defensa de Colombia y el Departamento de Defensa de EE. UU., permitió actualizar procedimientos y revisar la información que se canaliza a través del Departamento de Estado y del Comando Sur.
Jarahn Davone Hillsman, ministro consejero de la Embajada estadounidense, reiteró el respaldo de su país: “Debemos prepararnos para enfrentar la amenaza. Como su socio, vamos a acompañarlos”, aseguró.
Capacidades militares como prioridades compartidas
La jornada también ratificó la importancia del apoyo técnico estadounidense en operaciones aéreas de precisión, consideradas determinantes para frenar el avance de grupos armados en zonas críticas. Ambos gobiernos coincidieron en que fortalecer esta cooperación es esencial para proteger comunidades y preservar la estabilidad regional.
La amenaza continúa y exige mayor fortaleza institucional
advirtió el ministro Sánchez Suárez.
