Un serio dolor de cabeza para autoridades y ambientalistas en Colombia, ha sido el tráfico ilegal de especies animales, que pone en riesgo no solo la vida y conservación de la fauna, sino que genera desequilibrios ecológicos tan severos, que los ecosistemas terminan afectados, por estas acciones irracionales del ser humano. En las últimas horas, se ha producido una excelente noticia, y es que la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), ha liberado a cien animales silvestres en la reserva de Yurumí, departamento del Meta.
Loros, tortugas y monos maiceros entre otros, son las especies que fueron liberadas y regresan a un hábitat natural más apto para ellos en la reserva Yurumí, lo que contribuye a la recuperación de la biodiversidad local, fortaleciendo el ecosistema de la región y protegiendo a las especies amenazadas.
Vale la pena anotar que estos animales, han sido decomisados en la capital de la república y municipios circunvecinos, ya sea a través de rescate cuando se presentan casos de tráfico ilegal o simplemente ciudadanos que los encuentran o los tienen como mascotas, deciden entregarlos de manera voluntaria. Estos animales son posteriormente conducidos al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre (CAV) de la CAR, que se ubica en el municipio de Tocaima, para ser rehabilitados por expertos.
Esta liberación se suma a las ya efectuadas a lo largo del año y que hacen parte de las acciones que desarrolla la CAR, con el fin de proteger la fauna silvestre y sobre todo de educar al ciudadano sobre lo que implica mantener a animales como mascotas y el riesgo que ello implica tanto para el animal como para el humano.
Hace apenas unas semanas se había registrado una liberación similar de 40 animales y en esa ocasión el director general de la CAR, Alfred Ignacio Ballesteros manifestó que “los actos de liberación de estos animales no solo representa un paso crucial hacia la restauración y equilibrio de nuestros ecosistemas».
Con esta liberación, ya son más de 400 animales de diferentes especies los que han sido liberados en su hábitat natural, en lo que va corrido del año 2024, donde el mayor número de animales por especies son aves, mamíferos y reptiles.
Hasta el pasado mes de agosto, la CAR contaba con 601 animales en albergue, donde se contaron 404 aves, 6 invertebrados, 75 mamíferos y 116 reptiles. Estas acciones ejecutadas por la CAR, buscan, por un lado, educar a la población sobre la necesidad cada vez más urgente, de saber preservar estas especies en su hábitat natural y, por otra parte, ponerle freno al tráfico y tenencia ilegal de fauna silvestre, problema que sigue siendo bastante crítico en Colombia.
¿Por qué son importantes los animales liberados hoy?
Entre las especies liberadas en las últimas horas por la CAR, se cuentan los loros, aves que representan cierta exoticidad, que despiertan admiración por su capacidad de imitar la voz humana, pero que son fundamentales en las cadenas alimenticias, gracias a su función de ser dispersoras de semillas. Las tortugas, por su parte, tienen la función contribuir a la buena salud de los ecosistemas acuáticos traducida en el control de las poblaciones de algas. En cuanto a los monos maiceros, diremos que su función se centra en la dinámica de integración de especies en el ecosistema selvático.
Y como ciudadanos, ¿qué debemos hacer?
En una sociedad socialmente responsable, no deberíamos presenciar liberación de animales, sencillamente porque nadie debería mantenerlos en cautiverio. Los seres humanos debemos ser respetuosos con la cotidianidad y orden propio de la naturaleza y estas actitudes, no solo transforman los ecosistemas, sino que los alteran y afectan su supervivencia. No olvidemos que todo en la naturaleza es cíclico y cualquier afectación que hagamos, por pequeña que parezca, va creciendo como una bola de nieve, trayendo consecuencias desastrosas para el medio ambiente. Estamos, pues llamados a acatar lo que las autoridades ambientales como la CAR nos indican y unir todos nuestros esfuerzos para que la conservación natural no quede en un papel, sino que sea una realidad que nos lleve a tener un planeta más saludable, más responsable y más respetuoso del orden natural.
“En una sociedad socialmente responsable, no deberíamos presenciar liberación de animales, sencillamente porque nadie debería mantenerlos en cautiverio”.
Foto: CAR.