Recientemente, la Policía Nacional desmanteló una organización criminal dedicada a la explotación sexual de menores en los departamentos de Cundinamarca y Tolima.
El líder de la banda, junto con dos mujeres encargadas del reclutamiento, fue capturado y enviado a prisión.
Las investigaciones revelaron que las menores, algunas de ellas reportadas como desaparecidas por sus padres, eran fotografiadas y grabadas para ser publicitadas en catálogos en redes sociales. Un agente encubierto logró identificar al menos seis niñas en un bar en Saldaña (Tolima), considerado el centro de operaciones de la banda.
En uno de los videos obtenidos por las autoridades, se observa a una menor de 13 años cantando mientras acompaña a un hombre mayor. Posteriormente, la misma menor es vista recibiendo lo que parece ser marihuana. Estas evidencias fueron perentorias para desarticular la red.
El coronel Fabio Ojeda, comandante del departamento de Policía del Tolima, informó que las denuncias de padres preocupados por la desaparición de sus hijas fueron clave para iniciar la investigación. Alias “Paula”, una de las reclutadoras, captaba a las menores en colegios y las vendía a través de catálogos en páginas web.
Las menores vivían en condiciones deplorables, compartiendo habitaciones y siendo obligadas a prestar servicios sexuales. En otro video, se observa a alias “Mafe”, líder de la organización, recibiendo dinero de un jefe disidente de las FARC tras abusar de una niña.
Alias “Mafe” no solo reclutaba a las menores, sino que también negociaba con los abusadores por $70.000 u $80.000. En su teléfono celular se encontraron fotos y videos de las niñas que ofrecía a sus clientes. Las menores eran controladas mediante cédulas falsas y fichas que registraban los servicios prestados.
Tras casi dos años de seguimiento y denuncias comunitarias, la Policía logró rescatar a varias niñas y desarticular la organización conocida como “Las Paula”. Los responsables ahora enfrentan cargos por Explotación Sexual Infantil.
Las investigaciones revelaron que las menores, algunas de ellas reportadas como desaparecidas por sus padres, eran fotografiadas y grabadas para ser publicitadas en catálogos en redes sociales.