Medio ambiente

Ataques de misterioso animal en el Altiplano Cundiboyacense no cesan

“El problema es que nadie atiende este tipo de reclamos”

Foto: Publímetro


BOGOTÁ.


En una publicación de Contexto  Ganadero han anunciado que el número de animales que han muerto bajo extrañas circunstancias sigue aumentando y que productores no saben a qué entidad acudir y aún no se ha identificado a la criatura, a pesar de que ya han transcurrido más de 7 meses desde el primer ataque.

Una nueva víctima del misterioso animal se dio el pasado fin de semana en un predio de la vereda Nengua en el municipio de Guachetá, Cundinamarca. Allí una criatura mató a un perro de gran tamaño y a un ternero Brangus de 2 meses.

El pasado domingo 11 de julio apareció un ternero muerto. Uno ya conoce los ataques de los perros, que atacan las patas del animal. En este caso, atacó la cabeza y le quitó la mitad. Al revisar al ternero, nos dimos cuenta que estaba sin sangre”, relató la propietaria del predio, que solicitó la reserva de su nombre.

El día anterior al ataque, en el mismo predio murió un perro de gran tamaño en las mismas condiciones. De acuerdo con su dueña, la bestia comió parte de los sesos de ambos animales, como si hubiera sido con sevicia.  

También reconoció que si las heridas hubieran sido menos brutales, habría pasado por alto el hecho y se hubiera limitado a enterrar a los semovientes. Sin embargo, debido a que este no es un ataque aislado y a que las características de las lesiones son muy extrañas, la ganadera lanzó la voz de alarma. El problema es que nadie atiende este tipo de reclamo. 

 

“Una nueva víctima del misterioso animal se dio el pasado fin de semana en un predio de la vereda Nengua en el municipio de Guachetá, Cundinamarca. Allí una criatura mató a un perro de gran tamaño y a un ternero Brangus de 2 meses”.

 

Hemos consultado a la CAR, a las alcaldías locales, y se echan la culpa el uno al otro, no se han responsabilizado porque no verifican qué animal es, si es salvaje o común”, añadió la persona afectada. 

El problema es más grave porque estos ataques se vienen presentando desde hace más de 7 meses sin que ninguna autoridad, ni la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, CAR, ni las alcaldías locales hubieran tomado cartas en el asunto.

Jairo Hernández*, otra persona que ha conocido de cerca el caso, confirmó que ninguna entidad se hace responsable de averiguar qué criatura está detrás de los salvajes ataques.

En días pasados, Contexto Ganaderoconsultó al director de la CAR, Néstor Franco González, quien afirmó que se trata de perros ferales. “Pensamos que son perros en la zona e incluso hemos pensado en la hipótesis que hay personas que quieren generar pánico en la comunidad y están soltando perros en las noches de forma premeditada para causar el daño. Seguimos trabajando de la mano de la Policía Nacional, de la Defensa Civil, de las alcaldías municipales y confiamos en solucionar este enigma en un tiempo muy breve”, dijo. 

Sin embargo, ambas personas cuestionaron las afirmaciones del director y aseguraron que no saben cómo pueden haber concluido que son perros si no han hecho las pruebas correspondientes. 

“No sé en qué basaran ellos sus argumentos si no han tomado muestras de todos los animales, de sangre o saliva, para mirar si son perros. (…) No ha habido ninguna cacería ni han podido identificar cómo son, de qué tamaño, qué características tienen”, lamentó Hernández.  

Para la víctima más reciente, lo más preocupante son las pérdidas económicas que representa la muerte de cada animal. Según comentó, hay bovinos de producciones lecheras que dan hasta 30 litros de leche, por lo que el propietario puede estar perdiendo un semoviente que cuesta hasta $5 millones, sin contar toda la inversión que hizo a lo largo del tiempo.

Como no obtuvo respuesta de la seccional de la CAR en Ubaté, esta persona debió remitirse hasta la sede principal en Bogotá para que le respondieran por los ataques, pero solamente le dijeron que instalaron unas cámaras para verificar de qué animal se trata y que están monitoreando la zona.

 “El problema es que como no nos resuelven nada, se empiezan a crear especulaciones, que puede ser un tigrillo, que es un puma. Puede que sean perros salvajes y la CAR solo interviene cuando no son animales domésticos. Pero como nadie investiga, pues nadie sabe a quién le corresponde”, remató.

 

Pensamos que son perros en la zona e incluso hemos pensado en la hipótesis que hay personas que quieren generar pánico en la comunidad y están soltando perros en las noches de forma premeditada para causar el daño”: Néstor Franco, director general CAR.

 


Extrategia Medios
Equipo de redacción de Extrategia Medios

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