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Salud mental y tecnologías sociales: un reto a lo esencial del ser humano

Por: Luis Felipe Cristancho Ruiz. Docente Tecnologías Sociales Especialización en Innovación Social y Gestión de Proyectos.

Existe un refrán muy popular en nuestra cultura que dicta: “La vida cambia en un segundo”, sabiduría popular que se materializó completamente en el año 2020, el año de la pandemia. De un momento a otro lo normal ya no lo era. Salir de casa representaba un peligro para la vida personal y familiar, sumado a los múltiples protocolos que se debieron introducir en el día a día para poder llevar una vida “normal”, pasando por los baños enteros en químico desinfectante, las cuarentenas estrictas, abrazos a la distancia, uso de mascarillas, toma de temperatura para ingresar a sitios públicos, con su característico sonido de…”bip”.

En este contexto que para la gran mayoría fue totalmente dantesco, surgió para nuestros tiempos la mediación total de la tecnología en las interacciones básicas que tenemos como seres humanos, la metodología en que se estudiaba cambió, la manera en que se compraban artículos cambio, las celebraciones familiares cambiaron y la forma de trabajar claramente también cambió.

La vida se transformó en una vida de tipo; responsive design, pasábamos de estar horas frente a un computador, para luego pasar a un celular y compartir al mismo tiempo con un Smart TV saturado de contenido por suscripción. Lo que inició como una experiencia de un par de semanas, pasó a unos meses, para terminar en más de un año de relaciones mediadas por tecnología, periodo de tiempo que nos dejó sus consecuencias.

Según el informe presentado por el JAMA Pediatrics y la Academia Nacional de Medicina, la media del uso diario de pantallas entre más de 5.000 adolescentes pasó de un promedio de 3,8 horas/día a 7,7 horas/día en las primeras etapas de la pandemia, situación que se asocia con síntomas de depresión, ansiedad, problemas de conducta, irritabilidad, hiperactividad y falta de atención.

De igual forma según la nota estadística presentada por el Departamento Nacional de Estadística (DANE) denominado ‘Salud Mental en Colombia: un análisis de los efectos de la pandemia, año 2020 y 2021’, presenta que los sentimientos con un reporte del 49% fueron: los de preocupación, nerviosismo y cansancio.

También es de resaltar que la población que más se vio afectada por dichos sentimientos fue la población en edades entre los 10 y 24 años, con un 41,2% de incidencia en general. Grupos poblacionales como las mujeres presentaron una mayor carga emocional debido a la sobresaturación de actividades. Sin dejar de lado la realidad de las actividades económicas en donde a junio de 2021, el 31,8% de la población desocupada reportó haberse sentido solo estresado, preocupado, o deprimido, seguida por la población ocupada con 27,7%.

Una realidad altamente compleja que requiere soluciones transversales, sectores privados, públicos y de la sociedad civil deben aunar esfuerzos para atender estas necesidades que no dan tregua y que literalmente ponen en riesgo la vida misma, como los confirma la citada nota estadística del DANE, donde se concluye que la tasa de suicidio aumento en hombres en un 2,3% y en suicidio ampliado para hombres en un 3,6%, y en mujeres en 0,5% para suicidio y un 0,8% para suicidio ampliado.

Se suma también a esta baraja de problemáticas la baja tasa de búsqueda de ayuda profesional en temas de salud mental (psicólogos o terapeutas), en el cual solo un 0,9% de la población accedió a este tipo de servicios.

Pensar que el mundo será el mismo que conocimos antes del 2020, es realmente ilógico, la interacción humana mediada por la tecnología llegó para quedarse. Por ende, se hace necesario pararnos desde este contexto, poder pensar, proponer y ejecutar alternativas reales para brindar soluciones a una problemática que va creciendo día a día, donde la tecnología logre humanizarse, ponerse al servicio de las necesidades básicas del ser humano y democratizar servicios de apoyo emocional y mental, más allá de brindar simple entretenimiento y reuniones inagotables de trabajo.

Es desde este contexto donde se quiere presentar la existencia de una serie de iniciativas y tecnologías de tipo social que empiezan a ser apoyo a tantas personas y familias que padecen estados de afección en sus sentimientos, pensamientos y comportamientos:

  • Calm: Aplicación móvil, galardonada a nivel mundial, que permite generar estados de tranquilidad a nivel mental, por medio de ejercicios de mindfulness, concentración, conciliación del sueño, historias y respiración, una herramienta para los “amigos” de su móvil, ya que no mantiene un contacto directo con una persona al otro lado del dispositivo móvil.
  • co : Esta plataforma web con sello colombiano permite generar “match” con profesionales de la salud mental que se ajusten al perfil de cada consultante, brindando la posibilidad de generar el acompañamiento por videollamada o por chat de texto. Los precios son bastantes competitivos a los del mercado y permiten mantener un contacto directo y continuo con profesionales comprometidos con la salud mental y emocional de cada usuario.
  • Telemedicina: Los avances que se vienen realizando en las alianzas publico/privadas en temas de cobertura y calidad en la atención médica y profesional de salud mental mediados por tecnología, se van consolidando día a día, muestra de ellos es el clúster creado en la Cámara y Comercio de Bogotá, en el cual se busca promover y regularizar este tipo de servicios, es cuestión de tiempo para que la mayor parte de nuestro atención médica sea remota, eso sí, con los altos estándares de calidad y profesionalismo que se requiere.

Estas son solo algunas de las múltiples iniciativas y herramientas que se han venido desarrollando en los últimos tiempos para afrontar todo lo relacionado respecto de la salud mental , “No hay mal que por bien no venga” es otra frase llena de sabiduría popular, y es desde esta frase, donde se hace un llamado a profesionales de las diferentes ramas del saber para que nos aventuremos a desarrollar conocimientos y prácticas en las nuevas tecnologías, en metodologías de la innovación y en gestión proyectos, con el fin de brindar soluciones adecuadas a las necesidades básicas de los seres humanos y así dignificar su roll en la sociedad.

Espacios que UNICERVANTES brinda, a la vanguardia de los contextos que nos exigen repensar nuestra realidad sin perder de vista lo esencial; la dignidad de la vida humana.

“(…) poder pensar, proponer y ejecutar alternativas reales para brindar soluciones a una problemática que va creciendo día a día…”

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Foto portada: Imagen de referencia. Autoría de: Maa Hoo vía EnavatoElements.

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