¿Papa para regenerar piel humana? Así avanza la biotinta colombiana que podría cambiar la medicina
Mientras en países como Alemania o China se imprimen huesos y piel, en Colombia se empieza a mirar hacia sus propios cultivos como punto de partida. En ese escenario aparece la papa, un alimento básico que ahora podría convertirse en base para una tinta que no escribe sobre papel, sino sobre la posibilidad de sanar. En el corazón de esta propuesta hay ciencia, ingeniería y una apuesta por la soberanía tecnológica desde lo que da la tierra.
Desde Nariño, Boyacá y Cundinamarca, donde se cultiva la papa pastusa suprema, proviene la materia prima que nutre esta propuesta. Con ella, un grupo de investigadores de la Universidad Nacional desarrolla una biotinta que, a diferencia de las sintéticas, resulta más asequible y sostenible. El almidón, tradicionalmente destinado a la cocina, entra aquí como protagonista de un avance biomédico con aplicaciones que podrían cambiar la forma en que se reparan tejidos dañados.
La investigación se basa en la Ingeniería de Tejidos, disciplina que fusiona la biología y la ingeniería para crear soluciones a partir de materiales compatibles con el cuerpo humano. Uno de sus pilares es el uso de scaffolds, o andamios tridimensionales, que sirven de soporte para que las células puedan crecer y formar tejidos funcionales. A través de software especializado y una impresora 3D modificada, se diseñan figuras geométricas –como rectángulos y zigzags– donde más adelante podrían integrarse células vivas.
El proceso para obtener la biotinta no es menor: implica extraer el almidón de la papa tras varios pasos de molienda, secado y tamizado. Luego, se caracteriza su pureza, viscosidad y comportamiento al flujo. Con estos datos se ensayan formulaciones que combinan el almidón con aditivos compatibles, buscando siempre que la tinta sea fácil de imprimir y no afecte las células que contendrá.
Desarrollan en Colombia biotinta con almidón de papa para regenerar tejidos humanos
Aunque el experimento aún no ha incorporado células vivas en sus estructuras impresas, el equipo espera hacerlo pronto para evaluar su viabilidad. Según César Augusto Bacca González, investigador principal del proyecto, el objetivo es que los resultados permitan imprimir parches de piel o implantes personalizados. Más allá del potencial médico, el uso de papa colombiana representa una oportunidad para fortalecer la agroindustria nacional, dándole nuevos usos a un cultivo ancestral.
En un campo dominado por potencias como Estados Unidos o Reino Unido, Colombia apuesta por una vía distinta: aprovechar sus propios recursos naturales para competir en la carrera global de la bioimpresión. Si el proyecto logra escalar, podría posicionarse como un referente en innovación médica sostenible.
La medicina regenerativa y la impresión 3D han venido convergiendo silenciosamente en una misma dirección: reconstruir lo que el cuerpo pierde.